José Gregorio Hernández ya es beato de la Iglesia Católica. El Médico de los Pobres consigue el título después de una hazaña de paciencia del pueblo venezolano, que tiene menos dudas que El Vaticano para sentirlo como todo un santo.
La ceremonia de beatificación se hizo en Caracas y se ha convertido en la ocasión propicia para unir a los venezolanos en una causa común en la que tienen decenas de años.
El Monseñor Aldo Giordano, Nuncio Apostólico de Venezuela ofició la misa más especial en mucho tiempo en nuestro país. El prelado mencionó que para la ocasión estuvo contemplada la visita del Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolín, pero la contingencia de la pandemia lo impidió.
Durante sus palabras, el Nuncio remarcó que el alto funcionario del Vaticano mencionó su deseo de visitar pronto el país, y sugirió que ojalá pudiera ser en el contexto de una visita del Papa Francisco, quien ha manifestado desde hace mucho tiempo su deseo de venir a Venezuela.
Un momento decisivo
Giordano puso de relieve la ocasión excepcional de la ceremonia de beatificación en un momento tan decisivo para el mundo; “Parece providencial celebrar la beatificación de un médico en medio de una pandemia que afecta a toda la humanidad”, dijo el religioso.
También mencionó que a través de José Gregorio Hernández: “La Iglesia rinde hoy a los profesionales de la salud un homenaje de gratitud; por su trabajo durante la pandemia”.
En medio de las dificultades a las que está sometida Venezuela, nunca está demás una ayuda del cielo, por lo que el Nuncio también hizo la plegaria de que: “El beato interceda para que al acceso a las vacunas se logre juntos, sin divisiones y sin resistencias”.
Un venezolano excepcional
El jerarca también puso de relieve el poder unificador del Médico de los Pobres entre los venezolanos. “Tal vez en este momento no existe en Venezuela otra figura tan querida y aceptada por todos como el doctor José Gregorio Hernández”.
Para Giordano, como para casi todo el país, no hay riesgo de cometer pecado de exageración; al asegurar que el beato “es sin duda uno de los mejores venezolanos de todos los tiempos”.
Sobre la atmósfera de comunión en torno a este evento histórico, el Nuncio expresó que El Médico de los Pobres “es capaz de unir a los venezolanos por encima de sus contradicciones”; y al mismo tiempo “Nos confirma que Venezuela es y será siempre tierra de gracia aunque las circunstancias puedan sugerir lo contrario”.
