El orden global actual atraviesa tensiones propias del agotamiento de un modelo político que en el marco internacional impuso la hegemonía de una potencia estableciendo el escenario de un mundo unipolar. EE.UU. jugó el papel de hegemón frente a los países del mundo. La reciente conformación del Grupo de Amigos en defensa de la Carta de las Naciones Unidas se vincula a la urgencia de impulsar un mundo multipolar.
Producto del modelo hegemónico, los organismos internacionales nacidos al finalizar la segunda guerra mundial, fueron diseñados al servicio del mismo; estableciendo mecanismos de dominación que en la actualidad quedan caducos frente a la emergencia de nuevos polos de poder.
Si bien es cierto que la realidad pinta un escenario adverso al equilibrio mundial; esto es propio de las acciones imperialistas. Se trata de la necesidad de sobrevivir utilizando los instrumentos que han funcionado a este fin; el primero de ellos: la guerra.
La ONU ¿una institución democrática?
La Organización de Naciones Unidas nace en el año 1945, al concluir la segunda guerra mundial. Sus organismos están organizados para garantizar el uso efectivo del poder para los vencedores de la guerra; quienes pasaron a formar parte del Consejo de Seguridad.
El resto del mundo, se organiza en la Asamblea General, cuyos mecanismos y decisiones no son vinculantes para los países miembros.
La Carta de las Naciones Unidas, marca los principios que deben regir el orden internacional y por tanto; deben ser respetados por los países miembros del organismo. El principio fundamental es la defensa de la paz y el equilibrio mundial.
“Hoy vemos que el resurgimiento de ideologías supremacistas, negadoras de la igualdad y la diversidad de la humanidad; lleva al mundo al borde de un conflicto bélico de consecuencias impredecibles. Un conflicto armado que amenaza incluso la existencia de toda una civilización por parte de un Estado que cree estar por encima de la legalidad internacional (…). La guerra sin fin como método de opresión y de expansión. Es el mundo sin la Carta de las Naciones Unidas”, Samuel Moncada, embajador de Venezuela en la ONU.
El incumplimiento de este mecanismo está demostrado en los hechos de manera sistemática. EE.UU. mantiene sanciones unilaterales que afectan los derechos humanos de la población en: Corea del Norte, Cuba, Irán, Irak, Yugoslavia, Birmania, Zimbawe, Bielorrusia, Siria, El Congo, Sudán, Somalia, Costa de Marfil, Líbano, Ucrania, Yemen, Sudan del Sur, Rusia y Venezuela.
Estas sanciones no deben hacerse de manera unilateral, según lo estipula la Carta de la ONU. Sin embargo, ninguna de estas medidas ha sido decisión conjunta de países miembros.
Entre otras violaciones, es conocido que en las cárceles de EE.UU. más de 100 mil niños y niñas inmigrantes se encuentran detenidos; y 3 mil niños y niñas han sido condenados en este país, a cadena perpetua, violando la Convención sobre los derechos del niño.
Sin contar las guerras impuestas contra Afganistán, Irak, Libia, Siria en nombre de la lucha contra el terrorismo a partir del enunciado de George Bush en 2001, cuando afirmó “están conmigo o están contra mí”.
El mundo multipolar: una necesidad histórica
En América Latina, la Revolución Bolivariana, con la llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela, dio impulso para iniciar un período de cambios políticos que impactarían no solo a lo interno de cada país; sino que a escala internacional, la región comenzó a posicionarse como un bloque de poder dentro de la geopolítica mundial, que luego permitió la creación de mecanismos de integración y unidad regional que confrontaban la visión tradicional de las relaciones internacionales.
La Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Petrocaribe, Unasur y CELAC; son ejemplo de esta posibilidad.
Por otra parte, China y Rusia comenzaron a demostrar su incidencia en el concierto internacional y a emerger como potencias, poniendo en juego el papel hegemónico de Estados Unidos en la geopolítica mundial. Por una parte, China además del gran avance en el ámbito económico, científico y militar ha demostrado la capacidad de establecer relaciones internacionales de cooperación y complementariedad.
La necesidad constituir instituciones sustentadas en la visión de un mundo multipolar, como única vía para derrotar la práctica imperialista de Estados Unidos, sustenta la conformación del Grupo de Amigos en defensa de la Carta de Naciones Unidas, que actualmente es integrado por 16 países.
“Surge con fuerza el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de Naciones Unidas. Venezuela, como uno de sus países fundadores, comparte el llamado para que se sumen todos los Estados que respetan los principios y propósitos de la ONU. Fortalecer el multilateralismo es indispensable”, afirmó el canciller venezolano Jorge Arreaza.