En medio de presiones y amenazas por parte del gobierno estadounidense y sectores de poder europeos, Nicaragua avanza hacia a las elecciones del 7 de noviembre, para elegir cargos a la presidencia y vicepresidencia de la República, así como 90 cargos para el Parlamento nacional y 20 para el Parlamento centroamericano.
A la fecha, las autoridades reportan la llegada de centenas de veedores internacionales, para acompañar la votación del próximo domingo; que genera expectativas en el ámbito geopolítico regional por el significado que ha tenido históricamente la Revolución Sandinista en el país.
Además, vale mencionar que el pueblo nicaragüense es uno de los que sufren las consecuencias de medidas coercitivas unilaterales que impone la Casa Blanca, lo mismo que ocurre, por ejemplo, con Cuba y Venezuela.
«Seguiremos utilizando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para promover la rendición de cuentas de aquellos que apoyan los abusos a los derechos humanos del régimen de Ortega y los ataques a la democracia nicaragüense». Así lo dijo recientemente un funcionario del Departamento de Estado.
De esta forma, se mantiene la intención de Washington de preparar nuevas sanciones para aplicarlas luego de las elecciones del 7 de noviembre; tras la eventual reelección de las fuerzas sandinistas dirigidas por el comandante Daniel Ortega Saavedra.
En el ojo del huracán
Desde la Unión Europea también hubo señalamientos por parte del Alto Representante Josep Borrell. El funcionario expresó dudas y cuestionamientos en torno a la confiabilidad en el proceso electoral de Nicaragua.
Algunos analistas consideran a la nación nicaragüense como la que recibe más ataques por parte de grupos de poder capitalistas de todo el continente; por motivos similares a los que predominan en el caso de la República de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela.
Entre esas razones está el éxito que el país registra en torno al combate contra la pandemia de la covid-19, mientras ha mantenido la actividad económica y educativa mediante un abordaje efectivo de atención de salud y bioseguridad.
También resalta entre los 10 países donde más se respetan los derechos de la igualdad de género, derecho de pueblos indígenas y afrodescendientes; así como cumplimiento de políticas a favor del medio ambiente.
Asimismo, en medio de las sanciones que impone el gobierno estadounidense, Nicaragua ha logrado mantener logros en materia de infraestructura, salud pública y seguridad ciudadana. Igualmente el combate contra el narcotráfico y las bandas del crimen organizado reportan resultados positivos.