Con duras críticas y ataques la extrema derecha nacional e internacional reaccionó ante el anuncio del presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, de restablecer las relaciones con el Gobierno Bolivariano que encabeza el jefe de Estado Nicolás Maduro Moros, en Venezuela.
Por tal motivo, voceros de diferentes sectores de oposición y representantes de grupos de poder estadounidenses cargaron contra el mandatario argentino, quien manifestó que ya es hora de normalizar las relaciones diplomáticas, políticas y económicas de manera plena con la nación bolivariana, las cuales quedaron afectadas tras el paso de Mauricio Macri por la Casa Rosada.
Entre los opositores que respondió a la decisión de Fernández está el exdiputado Juan Guaidó, quien reincidió en su ya conocido discurso para solicitar lo que, según su criterio; corresponde a un proceso de elecciones “libres y justas”. Cabe destacar que de acuerdo a la Carta Magna, en Venezuela habrá elecciones presidenciales en 2024.
Asimismo, insistió en su acusaciones contra una “dictadura”, sobre la cual inclusive otras facciones de derecha han puesto en duda; ya que en ese mismo “régimen” el autoproclamado presidente interino se mueve con total libertad y siempre declara lo que desea.
¿Intereses económicos?
Por su parte, el prófugo de la justicia venezolana, Leopoldo López, quien permanece protegido por el gobierno de España, señaló al presidente argentino, Alberto Fernández de tener “intereses económicos” que lo acercan a Venezuela; aunque el mismo López repite con frecuencia que su país natal está en quiebra y no muestra señales de prosperidad.
“La normalización de una dictadura corrupta, asesina, narcotraficante, que viola sistemáticamente los DD.HH. y ha causado la peor crisis migratoria de la historia de América Latina, es inaceptable. Quien por intereses económicos busca congraciarse con Maduro, es cómplice de sus crímenes”, fueron las acusaciones de López vía Twitter.
Otros representantes de organizaciones opositoras se hicieron eco de las declaraciones que surgieron desde el mismo centro del poder estadounidense, como es el caso de Tamara Taraciuk, directora de Human Rights Watch para América, quien se sumó a los ataques del senador gringo Marco Rubio, contra el mandatario argentino.
Al respecto, Rubio manifestó que “en la Argentina de Alberto Fernández se le da la bienvenida a la influencia del Kremlin en nuestra región; así como también reconocen al narcodictador ilegítimo de Maduro en Venezuela. Este acto diplomático imprudente plantea una amenaza directa a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”.