El economista venezolano, Miguel Ángel Santos, miembro destacado de uno de los Think Tank (Tanque pensante) del proyecto Guaidó en EE.UU. y el Reino Unido, admite el fracaso del «gobierno de transición» y hasta pide sacar «bandera blanca».
Para el investigador salido de las filas del venezolano Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), y pos graduado en Barcelona y Cambridge, Juan Guaidó no tiene nada que buscar.
«Batalla perdida, bandera blanca. Hora de honrar a los muertos, curar heridas y heridos y reagruparse. No habrá invasión, ni cese a la usurpación, ni elecciones libres. Si es así que cesen las sanciones. Toca adaptarse y sobrevivir. Aceptémoslo no lo disfracemos de otra cosa«, expresó hace algunas semanas el activista opositor. Tal como reseña un conocido portal venezolano.
#BamosBien Derrota del antichavismo y plan de adaptación/sobrevivencia del economista @miguelsantos12, del "think tank" de Hausmann en @Harvard y redactor de propuesta de restructuración de la deuda (según #proyectoGuaidó) en AGO2019.
"No habrá invasión ni cese de la usurpación". pic.twitter.com/K3rBM7l61d— La Tabla (@latablablog) October 23, 2020
Talento sin probidad
Santos es pupilo del influyente, Ricardo Hausmann, quien fuera representante de Guaidó ante el banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, este hombre que se considera una de las voces de mayor peso del neoliberalismo made in Venezuela, fue de los primeros en abandonar el barco del «interinato».
La lista de personas que han montado tienda a parte del guaidosismo es larga. Se incluyen desde embajadores y representantes diplomáticos (como Humberto Calderón Berti en Colombia), hasta jefes de organismos claves de la política económica internacional.
En esa línea se suman Luisa Pacios, presidenta imaginaria de Citgo quien dimitió el pasado 30 de octubre. Y el supuesto presidente del «BCV guidosista», Ricardo Villasmil, quien también -como decimos en criollo- dejó el pelero en septiembre.
Asimismo, Guarequena Gutiérrez, «embajadora» en Chile le acaba de presentar la renuncia a Guaidó por razones «económicas y humanitarias». Como puede verse la aventura irresponsable del guaidosismo comienza a deshacerse en hilachas.
El pueblo venezolano espera pacientemente, que estos señores ensoberbecidos algún día paguen por todos los crímenes cometidos. Sin duda la nueva Asamblea Nacional, una vez renovada tendrá el reto de diseñar mecanismos jurídicos, para que nunca más pueda utilizarse la plataforma legislativa, para desafiar a las instituciones del Estado. Negociar con la soberanía e imponer penalidades a su propia población.