Betty Pérez tuvo la oportunidad de contar una nueva historia de vida, un renacer que le marcó, luego de haber vivido días de angustia al padecer covid-19.
Aunque se resistía a ir al hospital, la insuficiencia respiratoria le obligó a ella y su familia a tomar la decisión acertada, necesaria y justa: someterse a las pruebas y recluirse, en un hospital centinela.
Un testimonio de vida
Betty, habitante de Maracaibo, estado Zuia, uno de los municipios más golpeados por el covid-19 en Venezuela, comenzó a padecer varios de los síntomas asociados con la enfermedad viral, «empecé a tomar medicamentos aquí y en vez de mejorar fui empeorando, me faltaba la respiración», manifestó.
En vista de su empeoramiento, familiares la trasladaron hasta un Centro de Diagnóstico Integral (CDI), donde fue atendida de inmediato, «me hicieron la prueba rápida y salí positivo (…) Sentía un dolor muy fuerte en el pecho, pero decía, no voy al hospital, me quedo aquí».
En Maracaibo, se ha desatado una campaña infundada contra el Hospital Universitario de esa ciudad, uno de los mejores preparados a escala nacional para albergar pacientes positivos de covid-19 y aplicar los respectivos tratamientos. La campaña ha calado una sensación en el imaginario colectivo: el miedo.
«Yo no quería ir, porque yo veía en las redes: ‘mira cómo sacan a los muertos’, eso lo vi, hasta que ya no aguanté más. Ya no caminaba cuando me llevaron; me pasaron al hospital universitario, me pusieron mi oxígeno y suministraban medicamentos hasta que me estabilizaban», expresó la señora Betty.
En su emotivo testimonio, Betty dijo que los «médicos estaban apura’os» con ella, frase maracaibera que quiere decir que estaban angustiados, preocupados y en este contexto, constantemente al tanto de su evolución.
«Yo pensaba en mi familia, en mis hijos, yo creía que me iba a morir, pero cuando subí y vi que varios médicos me estaban atendiendo, me calmé un poquito (…) La cama que me tocó a mí era nueva; nos daban el desayuno, almuerzo y cena -bastante-«, dijo.
Esta sobreviviente del covid, subrayó, que de haber acudido a una clínica privada, «habrían tenido que vender hasta la casa» para pagar los gastos. Mientras en el hospital centinela, fue atendida integral y gratuitamente gracias al sistema público de salud.
Agradecimiento a los héroes de la Patria
«Siento que fui bien atendida, estoy agradecida con los doctores que te tratan como si fueras su familia», manifestó con emotividad.
Betty se siente agradecida con todo el personal que le atendió en momentos de crisis, cuando sentía que la respiración le faltaba, ahí estuvo el personal médico ayudándole a sanar y salvarse.
Un llamado de atención
«Yo le recomiendo a la gente ir al hospital con los primeros síntomas, pues si se tardan para ir, llegará el momento en el que el doctor ya no pueda hacer nada», reflexionó.
Agregó: «Si yo no hubiese ido al hospital, me muero, a mí me salvaron en el hospital»
Esta es la historia de una venezolana que vivió en carne propia el temor de estar a punto de morir por coronavirus. En Venezuela desde las pruebas hasta la atención médica frente a la pandemia es totalmente gratuita para todo el pueblo. Este, es uno entre tantos testimonios, que además reconoce la labor del personal sanitario que ejerce con voluntad y vocación.