El Ministerio de Defensa de Rusia «registra un alto nivel de actividad militar de EE.UU. y sus aliados de la OTAN» cerca de las fronteras rusas, así alertó este 1 de junio el jefe de la Dirección General de Operaciones del Estado Mayor de Rusia, el coronel general Serguéi Rudskói.
Rudskói señaló que a pesar de la pandemia de coronavirus, la OTAN aumentó significativamente el número de ejercicios que tienen un «claro enfoque antirruso».
Aviones bombarderos – península de Kamchatka
En abril de 2020 bombarderos estadounidenses B-1B volaron una sola vez cerca de fronteras rusas, en mayo lo hicieron cinco. Las aeronaves de guerra norteamericanas se acercaron a 10 kilómetros de la frontera de Kaliningrado, la ciudad más occidental de Rusia, precisó el alto mando.
Rudskói indicó que en todos los episodios, los sistemas de defensa antiaérea detectaron a los bombarderos y tomaron medidas para evitar incidentes.
Ejercicios militares – mar de Barents
Rudskói calificó como una «provocación» los ejercicios militares de los países de la OTAN en el mar de Barents. «Consideramos tales acciones como provocadoras, a pesar de que EE.UU. notificó en un plazo mínimo sobre la entrada de estos barcos en el mar de Barents», señaló el coronel general.
El pasado 4 de mayo, la Flota del Norte de Rusia vigiló a 3 destructores de EE.UU. y 1 fragata británica que ingresaron al mar de Barents, lo que se consideró como la primera operación de los buques de la Marina estadounidense en el área desde mediados de la década de 1980.
Ampliación de infraestructuras – Noruega, Polonia y Rumanía
La OTAN moderniza su radar Globus 3, ubicado en la localidad de Vardo, en el extremo noreste de Noruega, para escrutar el territorio ruso. Además, amplía sus infraestructuras en Polonia adicionalmente a las instalaciones desplegadas en Rumanía, en la base de Deveselu, informó Rudskói.
«El Ministerio de Defensa de Rusia siempre se ha adherido a un curso destinado a construir un diálogo constructivo con la OTAN. Hoy, cuando los esfuerzos en el mundo se centran en contrarrestar la propagación del nuevo coronavirus, es necesario reducir el nivel de confrontación, abstenerse de acciones agresivas y de demostraciones de fuerza», concluyó Rudskói.