Este domingo se generó un revuelo en medios internacionales porque Donald Trump habría admitido por fin que el demócrata Joe Biden ganó las elecciones. No obstante, lo real es que no ha reconocido nada.
Fiel a su estilo provocador, solo ha remarcado la convicción de que es víctima de un fraude monumental; una operación con la que solamente pudieran hacer creer su derrota.
En Twitter dijo que Biden “ganó porque la elección fue amañada”. Esto leído así, no es una concesión al triunfo sino una reafirmación de principios de Trump; por lo que la intención de decir que el republicano aceptó su derrota es solo una maniobra por pescar lectores incautos y personas escasamente informadas.
Pero esta conclusión no es la observación apresurada de una frase que es clara, sino que el resto del mensaje de Trump deja aún más nítida su causa convertida en revuelo. El mandatario asegura que no se permitió la presencia de sus observadores en el conteo, y que los fallos mecánicos de una empresa ligada a la “extrema izquierda” le robó miles de votos.
Trump y los medios “falsos”
Trump también cargó contra los grandes medios del país, quienes son los que llevan el pulso de las proyecciones de un conteo que todavía no está terminado: “Joe Biden solo ganó a los ojos de los medios falsos”.
Y para despejar cualquier sugestión interesada de hacer creer que Trump se ha rendido, escribió luego en otro mensaje: “No concedo nada. Tenemos un largo camino por recorrer”.
Después del 3 de noviembre, el mandatario norteamericano ha sufrido en carne propia el rigor de la guerra de los medios. Twitter e Instagram etiquetan sus publicaciones como afirmaciones no confirmadas, y agregando que Biden es el presidente electo.
Días después, durante una rueda de prensa desde La Casa Blanca en donde volvió sobre su tesis del fraude, los medios dejaron de transmitirle porque consideraban que sus afirmaciones eran falsas, y que no tenía pruebas.
Al mismo tiempo las grandes cadenas ignoraron la manifestación en apoyo al presidente en Washington, quienes desde las calles clamaron su amor por Trump.
En Twitter, desde las calles y los tribunales, el mandatario norteamericano ha prometido dar la pelea por una causa que si bien tiene pocas opciones de ganar, sí tiene al menos muchas posibilidades de dejar el panorama bastante dañado para el comienzo de Biden.