Desde el año 2019 el Banco de Inglaterra conspiraba contra Venezuela; para secuestrar las reservas de oro que la nación suramericana mantiene en esa institución financiera internacional, según lo detalla un libro publicado recientemente.
Esta revelación corresponde a la obra de 2 periodistas de la agencia estadounidense, Bloomberg, bajo el título de «El mundo en venta: el dinero, el poder y los comerciantes que intercambian los recursos de la Tierra». El cual presenta investigaciones en torno a casos de negocios turbios de grandes corporaciones que comercializan, principalmente, con recursos naturales y energéticos.
Los autores de la obra son Javier Blas y Jack Farchy, a quienes los críticos creen dignos de que se conviertan en sendas obras cinematográficas las tramas complejas y secretas que exponen en el texto, luego de años de investigaciones y trabajo en el área de los negocios.
La referencia a la estafa del Banco de Inglaterra con el oro del Estado venezolano, aparece en el libro con relación a una llamada telefónica que citan los autores. De esa manera, el exdirectivo de la entidad, Mark Carney; monta los argumentos junto al secretario de Exteriores, Alan Duncan, para justificar la retención de los recursos.
Negocios turbios
La narración presenta el entramado que preparan el empresario Alan Duncan, exintegrante de la firma Marc Rich, dedicada al mundo petrolero con su colega Mark Carney, quien formó parte del negocio del oro, como socio de la transnacional de las inversiones, Goldman Sachs.
El denominado «titán de la banca Goldman Sachs» admitió en 2020, la mayor multa impuesta por las leyes estadounidenses; por estar involucrados en un escándalo de sobornos y corrupción en Malasia. Lo que le trajo severas consecuencias con el Departamento de Justicia norteamericano.
Mientras que Marc Rich enfrentó acusaciones por evadir responsabilidades con el fisco de Estados Unidos, por una suma que asciende a los 50 millones de dólares. La fortuna que amasó Rich fue el resultado del «trading». Primero, con la empresa que bautizó con su propio nombre en los años 70 y, luego, con la corporación Glencore; una de las más poderosas comercializadoras de materias primas en el planeta.