Ante la expectativa del cordonazo de San Francisco, el presidente del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), José Pereira, aclaró que las lluvias que se pudieran registrar la tarde de este martes en el país no tendrán tanta intensidad como las de la semana pasada.
«En horas de la tarde puede que tengamos unas nubes de tormentas, algún chaparrón, algún aguacero con descargas eléctricas porque hay mucha humedad por los días anteriores», indicó.
Asimismo, precisó que no descarga precipitaciones en el nororiente del país en la tarde, aunque no serán parecidas como las de la semana pasada.
El presidente del Inameh aseveró que en esta época del año está activo el período de lluvias con muy altas temperaturas, que además coincide con el inicio de la transición entre el otoño y el invierno.
Sumado a esto, el Inameh mantiene en vigilancia a la Onda Tropical Nro.41, que se encuentra en Surinam y tiene una probabilidad del 70% de convertirse en ciclón tropical, durante los próximos 5 días.
En vigilancia área AL91 relacionada a la Onda Tropical Nro.41 con un sistema de baja presión asociado, ubicada al norte de nuestro Esequibo; se mantiene con 70% de probabilidad de convertirse en ciclón tropical durante los próximos 5 días pic.twitter.com/R93SRQGUbI
— INAMEH (@INAMEH) October 4, 2022
Pereira añadió que Venezuela podría enfrentar por cuarto año consecutivo al fenómeno de La Niña, que se caracteriza por aguas calientes, propicias para el aumento de las precipitaciones.
De acuerdo al Inameh la onda tropical número 41 va tener la particularidad de «proporcionar lluvias significativas a partir del jueves».
“Esta perturbación nos va a proporcionar alguna lluvias normales como las que se han presentados en este período lluvioso, en los próximos días”, dijo más temprano el instituto.
Hay una creencia popular, que dice que el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís; el cielo se cubre de nubes y llueve. Las lluvias y tormentas que suelen ocurrir antes o después de esta fecha.
A esta creencia se le conoce como el «cordonazo de San Francisco«, y está basado en que cuando se acerca el día de la celebración; el santo se prepara, sacudiendo su túnica y el cordón con la que se la ajusta; lo que agita el cielo propiciando días nublados y fuertes precipitaciones, marcando además el inicio de la temporada de lluvias.
