Este año cierra con la confirmación del giro a la izquierda de América Latina y el Caribe, las victorias electorales de Lula y de Petro son la síntesis de un proceso en el que los pueblos han mostrado su garra, su conciencia, y su decisión de vencer a las políticas neoliberales y a las imposiciones del imperialismo; ese fue el tema central del debate que realizó en Caracas, el pasado fin de semana, el Foro de Sao Paulo, “la más importante articulación política del continente”, como acertadamente la calificó el Presidente Nicolás Maduro.
La reunión ampliada del FSP se pronunció por aportar todos los esfuerzos que sean necesarios para alcanzar una solución realista y negociada a la guerra en Ucrania, y dar respuesta a los impactos políticos y sociales que se derivan de la crisis económica mundial.
La izquierda asume los desafíos que genera la emergencia climática, la crisis financiera, petrolera y de la industria de los alimentos, la batalla contra las patrañas y la mentira en los medios de comunicación, y la defensa de la Amazonía.
La integración de Nuestra América fue ratificada como la política común de los movimientos sociales y los partidos de la izquierda, y ello se traduce en su respaldo a la CELAC y su apoyo al renacimiento de Unasur.
Al mismo tiempo calificó como un crimen de “lesa humanidad”, a los bloqueos económicos del gobierno de Estados Unidos, y condenó de la manera más enérgica el atentado del que fue víctima la Vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
¡Unidad! ¡Unidad! ¡Unidad! Ese fue el grito del Foro de Sao Paulo desde la Patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez.
ROY DAZA