El rechazo a las redadas masivas impulsadas por la administración de Donald Trump va en aumento. En esta oportunidad, el jefe del Departamento de Policía de Seattle, Shon Barnes, se negó a colaborar con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en la persecución de migrantes, sumándose así a otras voces que desafían las políticas de deportación masiva de Trump.
Barnes justificó su decisión alegando violaciones de los derechos humanos durante las redadas contra migrantes en la ciudad de Los Ángeles. Asimismo, aseguró que su rol como policía es defender los derechos de la comunidad.
“Mi trabajo es respaldar los derechos de nuestra comunidad. Quiero ser claro: el Departamento de Policía de Seattle no participa en actividades de inmigración. No investigamos ni recopilamos información sobre el estatus de migración o ciudadanía de un individuo”, destacó el jefe de policía.
Además, explicó que la cooperación con autoridades federales de inmigración solo se da si una persona es objeto de una investigación criminal estatal o local; de lo contrario, es responsabilidad del gobierno federal.
Barnes reiteró que la prioridad de la Policía de Seattle es la seguridad de sus ciudadanos, y se adhiere a la ley estatal de Washington que limita su participación con inmigración federal. Por ello, señaló que ningún ciudadano debe temer contactar a la policía local, denunciar un delito, pedir ayuda o cooperar con una investigación por miedo a ser deportado.
Los Ángeles
La ciudad de Los Ángeles, donde comenzaron los disturbios la semana pasada, en rechazo a las redadas masivas, poco a poco retoma la calma después del toque de queda nocturno.
Vale resaltar que, los disturbios comenzaron la semana pasada debido a los enfrentamientos entre civiles y la Fuerza Pública a raíz de la dureza de las redadas contra migrantes irregulares en Estados Unidos. Los manifestantes denuncian que los agentes detienen a las personas en la calle, escuelas, lugares de trabajo, incluso en los tribunales.
Las manifestaciones se han extendido a otras ciudades de EE.UU., como Nueva York, Seattle y Las Vegas.
México desmiente acusaciones
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, desmintió rotundamente las acusaciones de la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, quien afirmó que el gobierno de México “alentaba las protestas violentas” en Los Ángeles.
“La secretaria de Seguridad Interior de los Estados Unidos, equivocadamente, mencionó que alenté protestas violentas en Los Ángeles. le informo que es absolutamente falso”, manifestó Sheinbaum a través de sus redes sociales.
Las declaraciones de Sheinbaum, surge luego de que la funcionaria de la administración Trump, afirmara que la mandataria mexicana alentara a sus ciudadanos a realizar protestas en Los Ángeles.
”Ella no debería estar encauzando las protestas violentas que se están llevando a cabo. La gente puede protestar pacíficamente; pero la violencia que hemos visto no es aceptable y no va a pasar en EE.UU.”, aseguró Noem durante una rueda de prensa.
