Playa Girón, 1961, Cuba
Corría el año de 1961 en el pueblo de Playa Girón, Cuba. A Gregorio Moreira, pescador del lugar, le causó extrañeza un faro de luz que salía de las costas donde solía pescar. Rápidamente se acercó al lugar y alertó a la milicia cubana. Era la madrugada del 16 de abril de 1961. 1.500 mercenarios cubanos “Brigada 2506” entrenados por el imperialismo estadounidense, pretendían entrar por Playa Girón. Tenían previsto un desembarco simultáneo cerca de Playa Larga, 35 kilómetros en el extremo de la bahía, con el fin de tomar territorio y establecer “un gobierno en el exilio” con el apoyo de Washington.
Con 11 fusiles contaba el grupo que defendía a la isla al momento de la invasión, luego fueron reforzados por el ejército cubano. Todos los mercenarios fueron detenidos. Año y medio despúes, Cuba los entregó a Estados Unidos a cambio de 50 millones de dólares en alimentos y medicinas.
La derrota para el imperialismo estadounidense todavía se celebra en el Museo de Playa Girón, donde se abren a la vista dos tanques, uno de los cuales fue comandado por el mismo Fidel Castro durante la batalla que dirigió personalmente.
«El secreto de la victoria cubana fue que luchábamos por ideales. Nuestras vidas eran muy difíciles antes de la Revolución. Es por eso que todo el mundo combatió», asegura Domingo Rodríguez, pescador que participó en los hechos.
Operación “Gedeón”, costas de La Guaira, Venezuela.
El pasado 3 de mayo, en horas de la madrugada un grupo de mercenarios entrenados por Estados Unidos en campamentos instalados en Colombia, pretende entrar a territorio venezolano con el fin de asesinar al presidente Nicolás Maduro y líderes de la Revolución Bolivariana. Según se da a conocer por Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela; la primera alarma la activa un pescador de la zona. La unión cívico militar responde capturando a un primer grupo de mercenarios. 8 de ellos se escaparon por unas horas más.
El 4 de mayo en las costas del pueblo de Chuao, un grupo de pescadores detecta la presencia de sujetos extraños y nuevamente, en unión cívico militar, son capturados esos que habían logrado fugarse.
Dos momentos históricos. Se repiten las acciones porque el imperialismo aún existe. Dos países que decidieron transitar un camino distinto al capitalismo, sufren las consecuencias a través de acciones sistemáticas dirigidas a quebrantar su soberanía y capacidad de construir alternativas políticas.
La unión cívico militar ha sido clave en la defensa del territorio nacional. Lo dijo el pescador en Cuba: «El secreto de la victoria cubana fue que luchábamos por ideales», lo repite el General en Jefe Vladimir Padrino López en Venezuela: «¿Cómo pretenden enfrentar la fortaleza moral, física y espiritual de la Fuerza Armada y su pueblo? Los mercenarios no tienen alma, son cobardes».
Estados Unidos continúa las operaciones de injerencia a través de mercenarios. La misma intención que tuvo de apartar su responsabilidad ante el fracaso de Playa Girón, se presenta en el caso de Venezuela. Intención que ha llegado al punto de utilizar operadores de medios internacionales como Associated Press (AP), donde se publicó un informe del periodista Joshua Goodman, dirigido a separar a los gobiernos de Trump y de Iván Duque de cualquier responsabilidad ante los intentos de incursión terrorista en Venezuela.
Las investigaciones niegan su inocencia y la historia también, pero sobre todo niegan la imagen construida del ejército estadounidense como un ejército invencible. Su orgullo sigue chocando con Cuba, con Vietnam, con Afganistán, con Irak y con el rostro del pueblo venezolano que permanentemente les ha derrotado, pues defiende de pie y con dignidad las banderas de Simón Bolívar que se levantaron de nuevo con Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana.