Los detractores de la unión cívico-militar que alcanzó el comandante Hugo Chávez para honrar las luchas libertarias de la independencia, siempre pertenecen a la oligarquía. Así es el caso de una de las amenazas de María Corina Machado quien junto al candidato Edmundo González Urrutia (EGU) ya le juraron a la milicia que las desaparecerían de llegar al poder.
Así como durante las primeras horas del pasado golpe de Estado de abril de 2002 la derecha venezolana pretendió desaparecer todos los poderes públicos, es uno de los puntos en el supuesto plan «Tierra de gracia» que plantean estos personajes que representan lo más rancio del remanente oligárquico de la derecha venezolana. Es así como pretenden desarticular la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), y afirmaron que desaparecerían la Milicia, que es uno de los componentes fundamentales que la integran.
Según este plan propuesto por Machado y González Urrutia, «Es indispensable desmontar la Milicia y volver meritocráticamente a los mandos naturales de los cuatro componentes, lo que implica un esquema estratégico más orientado al combate de las amenazas y la desarticulación del modelo administrativo e inoperante que rige hoy las regiones, zonas y áreas de defensa”.
Por otra parte, resaltan que esta unión entre el pueblo y la FA representa una supuesta doctrina que “destruye el estado de derecho y lo convierte en un instrumento de control y persecución política y reorienta las funciones de seguridad y resguardo hacia una estructura de Estado policial”.
Esta percepción dista de la realidad, en la cual es precisamente esta misma unión la que garantizó la paz en el país ante las amenazas de injerencia y desestabilización del hilo constitucional de la Nación. Además de estar activa con la creación de las BRICOMILES que son las Brigadas Comunales Militares para la Educación y la Salud, un programa social del gobierno de Venezuela creado en junio de 2022 con el objetivo de fortalecer la unión cívico-militar y fomentar la participación ciudadana en la solución de los problemas de la comunidad.
A todas luces, persiste el desprecio por la figura de la FANB y el irrespeto a este logro nacido en la gestión de Chávez y consolidado en la del presidente Nicolás Maduro. El próximo 28 de julio la mayoría del pueblo de Venezuela decidirá el futuro del país y ganará la propuesta que respalda a quienes protegen la soberanía.