El oro venezolano que permanece encerrado en bóvedas del Banco de Inglaterra, se mantiene bajo amenaza, tras las nuevas acciones del gobierno de Boris Johnson, quien se adelantó al desarrollo de la última etapa del litigio y reiteró su desconocimiento al presidente Nicolás Maduro.
De tal manera que, a pocas horas para la continuación de las audiencias correspondientes a la demanda que estableció la nación suramericana; para exigir la liberación de unos mil millones de dólares en el mencionado activo, Johnson lanza la maniobra.
Los recursos de la República Bolivariana de Venezuela están prácticamente secuestrados desde el año 2019; cuando las autoridades del Reino Unido decidieron cuestionar la victoria electoral del presidente reelecto, Nicolás Maduro.
Por otra parte, la administración británica ha dejado claros sus motivos políticos para imponer la medida, al negarse a la propuesta del gobierno legítimo de Venezuela, para que ese dinero sea destinado directamente a la adquisición de medicinas e insumos para combatir la pandemia por covid-19.
¿Vulgar piratería?
En consecuencia, la posición que ratifica el primer ministro inglés, Boris Johnson; obviamente trata de dar al traste con la posibilidad de que la nación venezolana recupere el control de su reserva de oro. Para ello, trata de influir en la decisión de las cortes competentes.
La anulación de la demanda interpuesta por el Estado implicaría un robo como el que perpetró la derecha extrema con el gobierno de Estados Unidos y sus aliados de Colombia; en torno a las empresas CITGO y Monómeros.
Mediante un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores británico sostuvo que “Guaidó es el único individuo al que se le reconoce la autoridad; para actuar en nombre de Venezuela como su jefe de Estado”.
Basta esperar los resultados que tendrá la nueva acción de Johnson sobre las decisiones de la Corte, ante las apelaciones del Banco Central de Venezuela en defensa de más de 31 toneladas de oro que permanecen en posesión del Banco de Inglaterra.