La Revista Semana de Colombia convirtió en titular un nuevo episodio de la paranoia antivenezolana. El protagonista esta vez es el expresidente Andrés Pastrana; quien asegura tener claro que las razones del paro en Colombia no están en su país sino en la injerencia del “castrochavismo”.
Para Pastrana, quien alguna vez ejerció el periodismo y debe saber de declaraciones textuales y de contexto, toma como pruebas precisamente algunas frases fuera de contexto.
El político conservador, que terminó haciéndole de vasallo a Uribe, -otro expresidente igual que él-, asegura que hay injerencia del presidente Nicolás Maduro en la violencia de las protestas en Colombia, como si ese fenómeno de andar armados y matándose en ese país no tuviera más de 70 años, sino que ocurre desde hace un mes para acá.
La prueba de Pastrana sería que Maduro dijo en 2019 que “la brisa bolivariana llegaría a Colombia” y ese mismo año se dieron protestas.
La otra evidencia de la que dispone este hombre con más ex en su carrera, es que Diosdado Cabello dijo que si Colombia se metía con Venezuela, les haríamos la guerra en su territorio, sin mencionar que el primer Vicepresidente del PSUV lo dijo en ocasión de la agresión encubierta de Colombia a Venezuela a través de grupos del narcoterrorismo que penetraron en el estado Apure.
Según Pastrana, el enemigo en Colombia no sería el pueblo sino Venezuela. Según su exceso de ánimo en un país signado por la desigualdad, el bolivarianismo “quiere tomarse a Colombia porque es la Joya de la Corona”.
Reacciones inevitables
Tal ha sido el derroche de manipulación y absurdo en minuto y medio de entrevista, que el Ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñáñez no pudo evitar responder.
Ñáñez le escribió a Semana diciéndoles que: “La oligarquía colombiana sólo tiene puntería para la guerra, en el análisis político y el diálogo fallan ridículamente. La sordera, la miopía y el cinismo les impide entender a su propio país. Usar a Venezuela como pretexto para matar a su pueblo es la peor de las apuesta”.
Acto seguido también escribió el Canciller con su acerado humor mordaz para ubicar a los adversarios de Venezuela en el terreno de lo absurdo: “Prefiero pensar que estas opiniones tan absurdas son consecuencia de una etapa irreversible de senilidad. Otra opción es que se trate de una grave disociación psicótica. O peor aún, una subestimación grosera del pueblo que alguna vez confío en este sujeto. ¡Aterricen!”.
Otro que también hizo fila para responder a esta nueva exposición de fábula uribista fue el Viceministro William Castillo. Este les escribió que: “Cada vez estos payasos seniles, criminales, farsantes y corruptos, que hundieron a Colombia en la peor crisis de su historia, tienen menos eco en en el pueblo colombiano. Por más que cuenten con medios como “Semana” y periodistas como Vicky”.
Mientras tanto, Piedad Córdoba aprovechó la ocasión para poner de relieve la efectividad de la “inteligencia colombiana” para decir que: “El Gobierno dice que según informes de inteligencia han identificado recursos que mandan desde Venezuela para el Paro Nacional. Pero esos mismos informes de inteligencia no han podido identificar a los pistoleros que en plena calle disparan en las narices de la Policía”.