Argentina ha sufrido dos veces el embate feroz del Fondo Monetario Internacional (FMI), la primera con De La Rúa y la segunda con Macri. Las dos veces el peronismo ha salido al rescate.
Néstor Kirchner recibe un país en quiebra, con una de las deudas externas más grandes de la región, con la imposibilidad de pagar busca un refinanciamiento de la deuda, sin el apoyo de los Estados Unidos (EE.UU.) encontrando un aliado fundamental: La Venezuela de Hugo Chávez que salió al rescate con la compra de los bonos de la deuda para sacar a la Argentina del atolladero.
Hoy le corresponde nuevamente al peronismo sacar a la Argentina del foso donde la metió el macrismo; y ante ello Alberto Fernández define sus prioridades inmediatas:
- La política económica eficaz
- La renegociación de la deuda con el FMI
- Salir de la recesión.
- Controlar la inflación.
Sin embargo no la tiene fácil en este momento histórico para la región, primero porque los gobiernos mayoritarios actualmente, “no prestan plata” porque están igual y endeudados; y segundo porque es víctima de las presiones diplomáticas de la administración Trump para sofocar a Venezuela (su principal aliado) y ya ha tomado decisiones que no han gustado a la Casa Blanca:
- Otorgó asilo y libertad para hacer política desde Buenos Aires a Evo Morales.
- No reconoció a Yanine Añez como presidenta luego del golpe de Estado en Bolivia.
- Suspendió las sanciones impuestas por el gobierno de Macri contra Venezuela y fijó una posición “neutral” en el conflicto interno de este país.
Lo que resulta de este panorama, es un gobierno que parece quedarse solo en la búsqueda de una salida y que necesita el espaldarazo del gobierno norteamericano en la renegociación con el FMI, tal vez sea esa la situación que ha obligado a Fernández-Fernández (Presidente y Vicepresidenta) a fijar una postura más dura contra al gobierno de Nicolás Maduro.
Ante esto, vale la pena enaltecer la posición digna del gobierno venezolano frente al cerco político, económico, diplomático y social impuesto por los EE.UU.; y tomando las palabras de la misma Cristina Fernández “para neutral los suizos”, es válido la duda contra el gobierno peronista, que hoy pretende alejarse del único país que le tendió la mano en los momentos más difíciles.
