Panamá eligió presidente: José Mulino entre expectativas y promesas

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José Raúl Mulino resultó electo este domingo como presidente de Panamá, tras reemplazar al expresidente inhabilitado Ricardo Martinelli, quien fue condenado por blanqueo de capitales.

El Tribunal Electoral de Panamá notificó la noche del domingo a José Mulino que era el ganador premilitar de las elecciones presidenciales con el 34,41% de los votos, seguido de Ricardo Lombana del Movimiento Otro Camino (MOCA) quien obtuvo el 24,96%.

Con el 96% de los votos escrutados, el Tribunal Electoral dio como ganador preliminar a la ficha de Martinelli, con 738 mil votos.

Además del presidente, los panameños también eligieron en los comicios generales a 71 diputados a la Asamblea Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano, 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y 11 concejales, todos con sus respectivos suplentes, para el período 2024-2029.

“Me complace, en nombre del Tribunal Electoral, comunicarle que de acuerdo a nuestro sistema de transmisión extraoficial de resultados es usted en estos momentos de forma extraoficial el ganador a la presidencia de la República en las elecciones generales de 2024″, dijo en una videollamada el presidente del Tribunal Electoral, Alfredo Juncá.

El regreso político de José Raúl Mulino 

Desde hace menos de dos meses, Mulino comenzó aparecer en las boletas electorales, con «el objetivo» de devolver a Panamá a la «bonanza económica» que tenía hace una década, cuando él ocupó el cargo de ministro de Seguridad bajo la gestión de Martinelli.

Sin embargo en su discurso, el ahora electo mandatario jamás mencionó cómo consiguieron llegar a esos niveles. Dado que durante la gestión de Ricardo Martinelli existía un contexto histórico mundial del cual Panamá sacó provecho, específicamente por la ampliación del canal y la expansión portuaria. Ambos fueron logros que heredó del Gobierno de Omar Torrijos.

En este contexto, el crecimiento de la economía panameña se vio salpicado por denuncias de sobrecostos en muchas de las obras y por el pago de sobornos por parte de la empresa brasileña Odebrecht.

A esto se suma, que el nuevo presidente electo no explicó cómo prevé llevar a Panamá a la bonanza económica, sino que solo comparó la pasada gestión, que estuvo marcada por múltiples hechos de corrupción y el incremento de la deuda exterior.

En julio del año pasado, Ricardo Martinelli recibió una condena de 10 años y 6 meses de prisión, tras ser hallado culpable del delito de blanqueo de capitales en el caso New Business.

El caso New Business comenzó en 2017, 3 años después de que Martinelli dejara la Presidencia. Tras investigaciones, la justicia panameña detectó irregularidades en la compra de acciones de la editorial Epasa, que editaba 3 medios de circulación nacional.

Panorama político que enfrentará Mulino

El mandatario electo recibe a un Panamá con altos niveles de tensión social, marcados por problemas fiscales, medioambientales, migratorios y de lucha contra la corrupción.

A esto se suman las masivas protestas que se registraron el año pasado por la extensión de un contrato de la minera canadiense First Quantum Minerals, que al final generó la cancelación del acuerdo y el cierre definitivo de la mina de cobre de Minera Panamá, que aportaba casi el 5% del Producto Interno Bruto.

Sin embargo, tras conocer el resultado de las elecciones José Raúl Mulino afirmó que su Gobierno ayudará a Martinelli con la justicia y así terminar con la supuesta “persecución política”.

Tras no poder participar como candidato en las elecciones presidenciales y en medio de su condena por corrupción, el expresidente panameño está asilado en la Embajada de Nicaragua.

Por otra parte, prometió cerrar la Selva del Darién y repatriar a “todas estas personas como corresponda”. Para esta tarea pedirá ayuda a Colombia y Estados Unidos.

Polémicas en la gestión de Mulino 

Durante su gestión como ministro de Seguridad de Martinelli, Mulino fue blanco de duras críticas y denuncias por la represión policial de una protesta de bananeros indígenas en las norteñas provincias de Bocas del Toro y Chiriquí en 2010 que dejó dos muertos y más de 100 lesionados por disparos de perdigones, entre ellos con lesiones oculares.

Por estas acciones los otros candidatos a las elecciones le exigían al presidente electo que participara en los tres debates celebrados para que respondiera sobre ese asunto. Sin embargo, se negó a asistir a todos estos encuentros.

 

 


 

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