Eliminar la trama de corrupción de Juan Guaidó, es la petición que hacen representantes de la derecha radical venezolana, como Alberto Franceschi, quien aseguró que hay una trama delictiva en Estados Unidos enriquecida.
En recientes declaraciones, el representante de ultraderecha dijo que el presidente de Estados Unidos; Donald Trump, tiene reservas sobre Guaidó, ya descubrió que cuando recibió a Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López y parte de esa dirigencia «se la metieron de contrabando allí, el lobby de Cisneros que tiene 30 años cooperando en la Casa Blanca y toda esa parranda de vendidos de siete suelas, corresponden a un ala de la burguesía parasitaria en Venezuela».
Franceschi dijo que son unos ladrones, que deben salir de las filas opositoras y cree que deben ser investigados.
«Es una investigación que apenas empieza y si más adelante hubiese un tribunal que se abogue como se dice pretenciosamente en Estados Unidos, para verle el queso a la tostada, es allí la oportunidad de reventar toda esa estructura de delincuentes de la MUD en Estados Unido empezando por la embajada del señor Guaidó, eso están delinquiendo desde el primer día», agregó.
Se refirió a los verdaderos intereses que según su apreciación tienen los dirigentes más jóvenes de la extrema derecha radical a los que caracterizó como vagos, delincuentes y vividores.
Los intereses de la MUD
Aseguró que mientras se mantengan en la política, «van a seguir así, se les ha dado 700 millones que ya les dio el Estado americano (…) y no hay una factura en una caja de curitas a un hospital venezolano. Ellos y que son el nuevo régimen; la transitoriedad de esa estafa que es Guaidó y se supone que les toca la legalidad de nuestros intereses».
Alberto Franceschi también dijo en su espacio en redes sociales que él no cree que «Trump se equivoque en lo que es Caprilito (Henrique Capriles) y en esta esta pobre y cínica dirección de la MUD».
Auguró un futuro incierto para el grupo que financia y aúpa a Juan Guaidó, dijo que «ellos ya empezaron a sufrir los primeros desengaños; ya sufrieron las consecuencias de una torpeza infinita de haberlo hecho como interlocutores de estafa de la tal ayuda humanitaria».
Asimismo, se refirió a las negociaciones a partir de la creación de una embajada ficticia «sobre todo de la estafa recurrente de administrar los fondos que tienen en el extranjero que se los cogen sencillamente; y hay una desconfianza básica del estado norteamericano».
«Es por esto que razón tiene la periodista Patricia Poleo, cuando dice que son crímenes federales. Bueno habrá que ver si un juez norteamericano toma esa causa», concluyó.
