El pasado 17 de septiembre medios digitales de comunicación de Venezuela, reseñaron las declaraciones de Rossana Barrera, involucrada en la trama de corrupción y sustracción de 99.100 millones de dólares de la supuesta “ayuda humanitaria” de Juan Guaidó de 2019; en donde lo señala públicamente como el responsable del entramado de corrupción conocido como el Cucutazo.
Los recientes artículos señalan que cuando Rossana Edith Barrera Castillo -cuñada de Sergio Vergara; dirigentes también de la extrema derecha radical- fue entrevistada por un medio colombiano, ella expresa que no se robó nada; que todas sus actuaciones del Cucutazo; eran dirigidas por el autoproclamado presidente interino de Venezuela.
Además se conoce que 44 mil dólares, fue el monto que quedó como deuda pendiente en hoteles y gastos tramitados durante el Cucutazo por Barrera y Kevin Rojas; según reseñan los medios.
Asimismo, señalan que en el Cucutazo se despilfarró en gastos que incluye el pago de hoteles “Cinera, Cinema Cúcuta, Hampton, Sterling y Zaraya; divididos entre el Gobierno colombiano y Acnur (…) y facturas del Hotel Vasconia, de diferentes días, con el número de recibo en secuencia”.
La entrevista y las mentiras
En los portales de noticia, mediante imágenes y videos, muestran las incongruencias en las respuestas de la colombo-venezolana encargada de manejar los recursos de la logística de los supuestos militares que desertaron de territorio venezolano en febrero de 2019.
En la conversación el periodista de BluRadio le pregunta que de qué vivía y ella respondió “ahorita estoy desarrollando una obra. Eehhh, yo hice. Yo soy colombo-venezolana. Hice la… Se me olvidó la parte”, sin embargo Barrera no aclaró qué hizo con el dinero de Venezuela.
Reseñan el despilfarro de Cúcuta
Más detalles de los gastos, se muestran en los artículos dedicados a develar este hecho de corrupción que circuló luego de la publicación de medios internacionales; donde reseñan que el gasto por noche en hoteles colombianos y en discotecas rondan los más de 3 millones de pesos por noche, aproximadamente mil dólares en bebidas y comidas y gasto en vestimenta costosa en tiendas colombianas, así como también desglosan el gasto en alquiler de vehículos.
Este caso fue investigado por la fiscalía venezolana, para determinar los responsables del despilfarro de dinero, presuntamente utilizado en gastos personales, así como también en “alcohol, e incluso prostitutas; y se presume que es utilizado también para financiar la desestabilización contra Venezuela”, expresó el fiscal en aquella oportunidad.
