El canciller de Venezuela, Yván Gil, informó que el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó, por mayoría, una resolución que rechaza la aplicación de medidas coercitivas contra países en desarrollo.
«Consejo de DD.HH. de la ONU aprueba por mayoría una resolución que condena la aplicación y ejecución unilateral y continuada de medidas coercitivas como instrumento de presión contra cualquier país. En particular contra países menos adelantados y en desarrollo», detalló Gil a través de la red social Twitter.
Consejo de Derechos Humanos de la #ONU aprueba por mayoría una resolución que condena la aplicación y ejecución unilateral y continuada de medidas coercitivas como instrumento de presión contra cualquier país, en particular contra países menos adelantados y países en desarrollo. pic.twitter.com/XDZLFjNBII
— Yvan Gil (@yvangil) April 3, 2023
En este sentido, Gil mencionó que dicha resolución se opone «enérgicamente» a las medidas coercitivas unilaterales que amenazan la soberanía de los Estados. Al tiempo que exhorta a que no las reconozcan ni las apliquen, sino que se adopten disposiciones para contrarrestar sus efectos.
«El Consejo de DDHH reafirma en la resolución aprobada que los alimentos y las medicinas no deben utilizarse como instrumento de coacción política. Que, en ninguna circunstancia, debe privarse a las personas de sus medios de subsistencia y desarrollo», señaló el canciller de la República.
Libre determinación
Dicha medida agrega que todos los pueblos tienen derecho a la libre determinación, «en virtud del cual determinan libremente su condición política y persigue libremente su desarrollo económico, social y cultural».
Además, la resolución hace énfasis en que las medidas coercitivas unilaterales, afectan de manera desproporcionada a las personas pobres y en situación de máxima vulnerabilidad.
Por ello, reafirma que cada «Estado tiene plena soberanía sobre la totalidad de su riqueza, sus recursos naturales y su actividad económica. Además, de ejerce libremente dicha soberanía».
Finalmente, la resolución insta a los Estados a no «adoptar, mantener, aplicar o cumplir medidas económicas, políticas o de cualquier otra índole contrarias al derecho internacional». A su vez, deben optar por el diálogo y medios pacíficos para resolver conflictos o diferencias.