Este martes, The New York Times, publicó un artículo en el que se refiere a nuevas revelaciones respecto al sabotaje del gasoducto ruso Nord Stream en 2022. La investigación señala a un grupo proucraniano como responsable de las explosiones en la infraestructura submarina.
De acuerdo con las investigaciones de NYT, hasta el momento, no existen evidencias que vinculen al presidente de Ucrania, con estos hechos.
Asimismo, refirió que existe «la posibilidad de que la operación podría haberse realizado de manera extraoficial por una fuerza ‘proxy’ con conexiones al Gobierno ucraniano«.
A su vez, el NYT precisó que, sus investigaciones tampoco arrojaron datos en el que involucren al gobierno norteamericano en estas explosiones.
«Los funcionarios de EE.UU. dicen que el señor Biden y sus principales asesores no autorizaron ninguna misión para destruir las tuberías de Nord Stream»; señala el artículo.
Versiones enfrentadas
Esta nueva versión contradice la publicación antes realizada por el periodista Seymour Hersh, quien aseguró que buzos de la Armada de EE.UU. colocaron los explosivos.
La versión de Hersh, ganador del premio Pullitzer por sus investigaciones periodísticas, sostiene que las agencias de inteligencia estadounidenses y noruegas planificaron el atentado. Además, resalta que los medios norteamericanos silencian el descontento popular de la población, respecto a la intervención de EEUU en el conflicto.
Sin embargo, el periódico norteamericano detalló que, aunque Ucrania es apoyado por los Estados Unidos con ayuda militar, inteligencia y diplomática, el gobierno de Volodímir Zelenski, ha mantenido discreción respecto a sus operaciones militares, en medio del conflicto.
«Los funcionarios ucranianos no siempre son transparentes con sus contrapartes estadounidenses sobre sus operaciones militares, especialmente aquellas tras las líneas enemigas»; indicó el artículo.
Las 4 explosiones en los gasoductos Nord Stream, ocasionadas el pasado mes de septiembre de 2022, generó la fuga de gas en uno de los tramos del Nord Stream 2 y una pérdida de presión en el Nord Stream 1.
Analistas respecto al tema, concuerdan en que el sabotaje beneficia a Estados Unidos, que tras el proceso sancionatorio contra Rusia, ahora se posiciona como principal proveedor de gas de Europa.
