Pese a todos los ataques recibidos al sistema público de salud y directamente a pacientes en estado crítico, debido al brutal bloqueo económico promovido por Juan Guaidó y sus aliados, ahora quiere adjudicarse logros puntuales en materia de salud, con un plan “creado” por su esposa, Fabiana Rosales para atender pacientes en estado de gravedad.
Ella, alega que “gracias a los fondos recuperados por la Asamblea Nacional”, se están atendiendo a venezolanos que no tenían esperanza de vida”. Sin embargo, la realidad es otra.
Las consecuencias devastadoras de las medidas coercitivas unilaterales debido a que los fondos de Venezuela se mantienen secuestrados en el exterior, han sido evidentemente alarmantes.
Niños también afectados
Bajo el consentimiento de Guaidó, cientos de niños afectados están en Argentina esperando recibir tratamientos médicos especializados. Antes los costeaba el Gobierno de Venezuela a través de la Fundación Simón Bolívar, adscrita a la empresa filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Citgo; confiscada ilegal y unilateralmente por el gobierno estadounidense.
A principios del mes de febrero, la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, condenó la muerte de 8 niños que esperaron donaciones mediante aportes de Citgo para sus operaciones.
En este mismo contexto, la Fundación Latinoamericana por los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (Fundalatin), tras indagaciones, informó que al menos 5.800 venezolanos que padecen hemofilia y sindrome de Guillain Barré no pudieron obtener los tratamientos de inmunoglobulina y albúmina humana debido a que más de 1 millón de euros, destinados para tal fin, fueron bloqueados.
De igual manera, un monto de 781.219,55 euros, para la adquisición de 26.938 reactivos de laboratorio están bloqueados. Así también 366.443 bolsas de sangre para realizar pruebas bioanalistas y transfusiones de sangre. Lo mismo sucede contra la adquisición de vacunas.
Desde 2018, la banca internacional bloqueó 7 millones de dólares destinados a compra de tratamientos de diálisis para pacientes con insuficiencias renales. Las entidades financieras bloquearon estas transacciones en el marco del bloqueo y las medidas unilaterales, auspiciadas por Guaidó.
Paradoja e, ¿ironía?
Fabiana Rosales vuelve a quedar al descubierto en otro de sus intentos “altruistas”.
Al conocerse las abrumadoras cifras de pacientes afectados porque los fondos venezolanos retenidos en el exterior no han sido liberado para atender la salud del pueblo, el descrédito de la derecha venezolana, va en aumento.
De hecho, ni se han liberado fondos, ni lo ha gestionado la “Asamblea Nacional” de la que habla; pues la sustituyó el nuevo parlamento electo por el pueblo el pasado 6 de diciembre.
“Ganar indulgencia con escapulario ajeno”, reza el dicho que se refiere a quienes pretenden conseguir objetivos con un mínimo o nulo esfuerzo aprovechándose del trabajo y esfuerzo de los demás. Así es como opera el exdiputado, Juan Guaidó. Aún pretende hacerse ver como quien logra hazañas para el bienestar del pueblo venezolano, cuando a las pruebas remite que sucede todo lo contrario.