Nicaragua también se quitó de encima a la OEA

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Al ratificar la postura del pueblo y Gobierno de Nicaragua, en cuanto a la condición vergonzosa que define a la Organización de Estados Americanos (OEA); el canciller nicaragüense, Denis Moncada anunció la salida definitiva de su país del organismo internacional y la expulsión del mismo de la nación centroamericana.

Así lo manifestó el alto funcionario de la administración del presidente Daniel Ortega Saavedra, quien manifestó de manera enfática que ese “organismo diabólico” tampoco tendrá oficina en el país, razón por la cual procedieron a cerrar la sede donde antes funcionaba para dejar claro que Nicaragua no es colonia de nadie.

“Comunicamos que Nicaragua expulsa a la Organización de Estados Americanos”. Así lo dijo formalmente el gobierno sandinista en un comunicado oficial; en referencia a lo que calificó como uno de los instrumentos políticos de intervención y dominación del Departamento de Estados de Estados Unidos, “llamado equívocamente OEA”.

Con todo esto, el canciller Moncada informó sobre el retiro de las credenciales quienes se desempeñaban como representantes ante la Organización de Estados Americanos. Se trata de los diplomáticos nicaragüenses Orlando Tardencilla, Iván Lara y Maicol Cambell.

Instrumento de EE.UU.

Igualmente, el ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua acotó que su país desconoce de manera tajante a la OEA; por constituir un instrumento al servicio de los centros de poder que controlan Estados Unidos para agredir a América Latina y el Caribe.

Por tal motivo manifestó que la Organización de Estados Americanos “es un instrumento yankee para violentar derechos e independencias, auspiciando intervenciones e invasiones, legitimando golpe de Estado en diversas modalidades”.

De igual manera confirmó la renuncia irrevocable a ese órgano, lo que trae como consecuencia la salida de la nación centroamericana de todos los espacios que sirven como plataformas para ejecutar los lineamientos de la OEA, al mando de Luis Almagro, como el consejo permanente, comisiones, reuniones y la tristemente célebre Cumbres de las Américas.

“Ratificamos nuestro respeto, cariño y reconocimiento a Cuba y Venezuela, así como a pueblos que libran sus luchas y nos han acompañado. Nos sentimos libres de las reiteradas insolencias de los empleados del Departamento de Estado yankee que representan el servilismo, lacayismo, entreguismo; decadencia de una institucionalidad reducida a la servidumbre al yankee”, agregó Moncada.

 

 


 

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