Al poner de manifiesto las divisiones entre grupos de oposición y el temor en cuanto a las dificultades que afrontan para unirse en una fuerza que les permita medirse con el candidato del chavismo; el candidato de la Mesa de la Unidad (MUD) a la gobernación de Miranda, Carlos Ocariz, insistió en la necesidad de consolidar una sola opción.
En ese sentido, ratificó su propuesta de que la militancia de la derecha opte por presentar un postulación unificada para las megaelecciones del próximo 21 de noviembre; donde enfrentarán a Héctor Rodríguez como aspirante del Gran polo Patriótico.
Asimismo, criticó el movimiento de sectores oposicionistas, los cuales señaló de querer dividir. Por esa razón, ratificó su respaldo a Andrés Schloeter, a quien considera el candidato legítimo; según el acuerdo que anunciaron los integrantes de la MUD.
De igual forma, Ocariz lamentó que «por capricho» haya grupos que insisten en inscribir o postular a nuevos representantes, a pocas horas para el cierre de las inscripciones. «¿Qué buscan con esto? ¿Dividir el estado y que gane el chavismo?«, se preguntó.
El club de la pelea
A menos de un mes para la celebración de los comicios regionales y locales, se mantiene la pelea interna entre todos los grupos que conforman el «club» de las oposiciones en Venezuela. En el caso de Miranda, Ocariz, bajo el amparo de la tarjeta de la MUD se autoproclama candidato legítimo por esa región.
Sin embargo, por otro lado, alza la voz David Uzcátegui, prefirió no declinar en sus deseos por llegar a la gobernación mirandina, pero ha calificado la decisión del G4 como un duro golpe a la posibilidad de recuperar espacios en las megaelecciones.
Por su parte, Carlos Ocariz se refirió a Uzcátegui como «un señor que derrocha sin piedad dinero que no sabemos de dónde viene»; con lo cual aseveró que el manejo de recursos por parte de su contrincante, también de ultraderecha, es ilimitado en la actual campaña.
Pero, para Uzcátegui, la candidatura de Ocariz responde a actuaciones dictatoriales de la MUD, sobre todo después de que se negaron a participar en un proceso de elecciones primarias.