Mientras en otros países de América se registran a diario episodios de represión y violencia por parte de cuerpos de seguridad, la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, insiste en mirar únicamente a Venezuela con exigencias con las cuales llueve sobre mojado.
La expresidenta de Chile participó en la apertura de la 45ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, celebrada en Ginebra, Suiza. En ese foro, citó el caso relacionado con los indultos otorgados semanas atrás por el presidente Nicolás Maduro.
“Hago un llamado para que el Gobierno continúe con las liberaciones de quienes han sido detenidos arbitrariamente”; expresó Michelle Bachelet al abordar el tema venezolano.
Sin embargo, reconoció como un elemento favorable para la distensión y la apertura del espacio democrático, la liberación de 110 personas que eran procesadas por diversos delitos.
En otro sentido, Bachelet informó que el gobierno del presidente Nicolás Maduro, renovó el acuerdo con la Oficina de la Alta Comisionada para Derechos Humanos de la ONU, que permitirá el despliegue de 6 funcionarios en territorio venezolano.
Sobre la violencia en Colombia y otros países
En los últimos días las represión policial y militar contra manifestantes en las calles de Bogotá, dejaron el saldo de al menos 13 personas fallecidas; pero estos sucesos parecieran no merecer igual atención por parte de la funcionaria de Naciones Unidas, quien no ha emitido un pronunciamiento formal al respecto.
En cuanto al tema de las masacres cotidianas en la nación neogranadina, los medios registran declaraciones de Bachelet anteriores a febrero del presente año. No obstante, en lo que va de 2020 se han registrado 55 matanzas; cifra superior a las 37 registradas por la oficina de la ONU el año pasado.
Otro ejemplo emblemático lo constituye la posición de Bachelet durante el estallido social en su natal Chile.
Al respecto, en octubre de 2019 movimientos sociales de su país criticaron la “falta de firmeza” de la funcionaria; quien no rechazó de manera tajante la acción de los cuerpos de seguridad.
Las jornadas de protesta consecutiva contra las políticas neoliberales de Sebastián Piñera, dejaron hasta enero de 2020 cerca de 30 personas muertas y unos 700 heridos.
