Memorias de un escuálido en decadencia: Gira | Por: Roberto Malaver
¡PomPeo dejó un mal olor en las fronteras del país! Llegó a Brasil y habló de Venezuela. Fue a Guyana y habló de Venezuela. Fue a Surinam y habló de Venezuela. Llegó a Colombia, y habló de Venezuela. No me jodas PomPeo, no me eches más cartas. Es una falta de respeto, como te dijeron los excancilleres de Brasil.
Uno no puede invitar a alguien a su casa para que desde la ventana comience a hablar mal del vecino, qué vaina es esa mi Pompi. Uno no tiene por qué ser tan descarado, esas vainas se piensan pero no se dicen, como nos enseñaron los compañeros de cantos y labores, o sea, los adecos a nosotros hace mucho tiempo.
Hacer una gira para meterle miedo a Venezuela visitando esos países no parecen cosas del director de la CIA, donde según usted mismo lo enseñaron a engañar, robar y mentir. Pero parece que no le enseñaron un poquito de dignidad, porque esa vaina no se aprende, y a nosotros, es verdad, ya no nos queda nada, nadita de nada. Después que inventamos las bombas puputov, ya no hay ninguna dignidad que valga la pena, penita, pena.
Y al llegar el compañero PomPeo a Estados Unidos, con su fracaso encima, lo primero que hace Trump es decretar unas sanciones para algunos compañeros que están participando en las elecciones parlamentarias, entre ellos el adelante, a luchar miliciano, Bernabé Gutiérrez, quien por lo visto ya no podrá ir más a Miami por mucho tiempo. Por eso dijeron que Espoleta Allup está que pone una Romería Blanca en su quinta la Pipa de Guatire. Así que Bernabé le dijo Adiós, pues, Miami, y está dedicado a la campaña admirable. Otro que está asustadísimo y no quiere descargar su arrechera, es Embajada Radonski, porque tiene un apartamento en nueva York y si lo sancionan y le quitan la visa le quitan sus viajes a I love New York.
La dictadura dice que las elecciones van y que no aceptarán saboteos de nadie, y que la gente esté alerta por si acaso una vaina ratatatata, y uno no sabe qué carajo hacer. El compañero Claudio ya salió con un comercial donde nos dice de todo a nosotros, y a la gente le parece muy bien. Así que cuidadito Compay gallo que se nos va por los palos. Una vaina que también nos dio una pena del carajo y más allá, fue que todos los presidentes hablaron desde sus casas presidenciales ante la Organización de las Naciones Unidas que está cumpliendo 75 años, y el único pendejo que no tomó la palabra fue el interino que tenemos nosotros como presidente.
Allí, el presidente encargado de Colombia, Iván Duque, mientras hablaba-bla-bla de Venezuela estaban haciendo una nueva masacre o asesinato colectivo, como lo llama él en su país. Y el compañero Trump salió defendiendo los derechos humanos, buscando claro, un piquete por el informe que pagamos carísimo la tortura a unos cuatro abogados, entre ellos a Francisco Coz, un abogado Chileno que no puede ver al presidente Sebastián –ojos- Piñera porque sale a saludarlo como verdadero defensor de los derechos humanos, es decir, un informe que fue pagado para que dijeran todo lo que nosotros les contamos, y sin necesidad de que ninguno de ellos viniera al país a corroborar nada, porque nosotros somos así, más arrechos que el perro de los Branger.
El papá de Margot escuchó atentamente en la radio a Duque hablando del dictador, y se puso de pie y dijo: “Pero este tipo está razonando fuera del perol. Tiene sus masacres allí cerquita y no las mira. Lo que presentó en la ONU fue otro falso positivo como cuando llevó las fotos de los campamentos de la guerrilla. Con gente así no vamos a ninguna parte. Y al que no he visto hablar ante la ONU es al interino nuestro. Y esta gira de Pompeo me huele muy mal”. Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina dijo: “Me rindooooo». Y alguien más allá gritó: “Y yo también”.
-El mundo gira, gira, gira.- Me canta Margot.
ROBERTO MALAVER
Periodista