Más de 1.300 personalidades del mundo entero, fijaron posición para promover que se respete los resultados de las elecciones parlamentarias de la Unión Europea y en comunicado rechazaron su conducta irregular.
Entre las personalidades firmantes, se encuentra el premio Nobel de Argentina, Adolfo Pérez Esquivel, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, la diputada y presidenta del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Gleisi Hoffman; el diputado de Francia y dirigente de La France Insoumise, Jean-Luc Mélenchon; la eurodiputada de Portugal y vicepresidenta de Eurolat, Sandra Pereira; el periodista y escritor francés Ignacio Ramonet; el exrelator especial del Consejo DDHH de la ONU, Alfred de Zayas y el músico inglés y líder del grupo Pink Floyd, Roger Waters.
“Si la Unión Europea (UE) apostara verdaderamente a ser un vector de paz en un mundo de turbulencias; no debería sostener la vía de la violencia y de la confrontación en Venezuela. Por eso pedimos a la UE que respete el resultado electoral del próximo 6 de diciembre; y apoye la voluntad democrática de los venezolanos”, reza el comunicado de los intelectuales y personalidades.
A tan sólo días de realizarse el evento electoral para elegir a la Asamblea Nacional, estas personalidades afirmaron que este proceso representa una salida democrática, legal y pacífica de la crisis política e institucional generada en enero de 2019, cuando Venezuela vivió por primera vez en la historia político un hecho inconstitucional como la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino.
También, criticaron que la Unión Europea, haya fijado posición en contra de los llamados al diálogo promovidos por el Ejecutivo. Reclamaron por la negativa de aceptar el consenso democrático sin intervencionismo.
Una mirada internacional
Asimismo, se refirieron al rechazo por parte de este mecanismo internacional de la invitación del Estado venezolano; para enviar observadores que constaten el proceso electoral automatizado.
Extracto del comunicado, hace referencia también, a la contradicción del bloque europeo, pero afirman que se debe a la presión que ejerce el Gobierno de Estados Unidos contra la nación suramericana.
“Esta contradicción es producto de la permanente presión de la administración de los Estados Unidos, inmersa en una operación cuya prioridad no es el respeto a la democracia o a los procesos electorales, sino el «cambio de régimen”; cueste lo que cueste. Este alineamiento con la política de los halcones de Washington es una grave señal de abdicación de una política exterior independiente; que se venía exhibiendo en numerosos discursos de intención”.
