Aunque no lo refleje la prensa del “mundo libre”, Venezuela exhibe una tasa envidiable de apenas 0.4 % de personas fallecidas por millón de habitantes. Y eso es un logro que no se puede ocultar. Venezuela es un país enorme, con una estructura compleja, con una organización social y unas costumbres que la hubiesen convertido en un barril de pólvora, de no ser por las oportunas, veloces y sensatas medidas adoptadas por el Gobierno Bolivariano. Y hay que decirlo sin miedo y sin vacilar. Nicolás Maduro ha manejado personalmente esta situación dramática y se ha comprometido con evitar un desastre, que de no ser por él y por su equipo de trabajo, tendría al país a merced de un virus para el cual, aún no existe cura ni vacuna conocida.
Pero hay un discurso mucho más elocuente, que por desgracia no podemos adjudicar a los aciertos oficiales, sino a los errores dramáticos y costosos de la derecha latinoamericana. Un vuelo rasante por encima de las cifras y los eventos recientes no dejan lugar a dudas. Brasil es “la meca” del covid-19, lamentablemente no sólo para América Latina, sino para ocupar un vergonzoso e inquietante segundo lugar mundial entre las cifras rojas de la pandemia.
Brasil tiene en estos momentos 374.898 personas confirmadas de coronavirus, ha aumentado el número de enfermos confirmados en 11.687 desde el día anterior. Brasil es el segundo país con más casos de coronavirus en la actualidad.
Es importante tener en cuenta a la hora de analizar estos datos que Brasil, con 209.469.333 de habitantes, está entre los países más poblados del mundo, y que no quiso tomar previsiones en su momento, en medio de la más rotunda irresponsabilidad del gobierno de Bolsonaro, que ha llegado incluso a burlarse de la existencia real del virus, y que dilató hasta último momento, la puesta en práctica de medidas profilácticas.
De haberlo hecho a tiempo, Bolsonaro no habría traído a América ese penoso “segundo lugar mundial”. Actualmente, la tasa de pacientes confirmados de coronavirus es de 178,98 por cada 100 mil habitantes, así pues tiene una alta tasa de confirmados de coronavirus si la comparamos con la del resto de los países.
En este momento hay 24.473 personas fallecidas en Brasil por coronavirus, en la última jornada (martes 26 de mayo de 2020) 807 personas han muerto, una cifra mayor que la del día previo. La tasa de letalidad (fallecidos respecto a confirmados) es de 6,26%.
Las descoordinadas medidas de aislamiento tomadas por los dirigentes brasileños para hacer frente a la covid-19, han contribuido, según los expertos, al aumento de casos en el país, y están poniendo en estado de alerta a las autoridades de los países vecinos, que han obtenido más éxito en la lucha contra la epidemia.
Esta semana, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ha afirmado que Brasil es “una gran amenaza” para la seguridad sanitaria de su país debido a los altos índices de contagio. Ambos países comparten 700 kilómetros de una frontera que permanece cerrada desde mediados de marzo.
“Con lo que vive hoy Brasil, no se nos pasa por la cabeza abrir nuestra frontera. Brasil es quizás hoy el lugar con la expansión más rápida del coronavirus en el mundo, y esa es una gran amenaza para nuestro país”, ha dicho. El presidente argentino, Alberto Fernández, quien también ha exteriorizado la misma preocupación y afirmado, en una emisora de radio, que Brasil representa una amenaza para Sudamérica: “Es un riesgo muy grande. A nosotros nos vienen entrando camiones de Brasil con transporte de cargas desde San Pablo, que es uno de los lugares más infectados. Por eso digo, yo no entiendo cuando se habla con tanta irresponsabilidad, la verdad no lo entiendo”, ha declarado.
Colombia, por su parte, no está mejor parada en el concierto de la prevención sensata. Colombia contabiliza, 21.981 personas confirmadas de coronavirus, 806 personas confirmadas más que el día anterior. La tasa de pacientes confirmados de coronavirus es de 44,11 por cada 100 mil habitantes, así pues, tiene una alta tasa de confirmados, si la comparamos con la del resto de los países. En este momento hay 750 personas fallecidas, durante la jornada de este 26 de mayo: 23 personas han muerto, una cifra mayor que la del día previo. La tasa de letalidad (fallecidos respecto a confirmados) es de 3,41%.
En un trabajo del día 13 de mayo de 2020, el mismo autor de esta nota publicó en REDRADIOVE un artículo titulado “Ni Araújo ni Blum contestan el teléfono” (en alusión a los cancilleres de Brasil y Colombia) se cita parte del contenido original: “A pesar de numerosos intentos, los cancilleres de Colombia y Brasil no han atendido nuestras llamadas telefónicas”, escribió Jorge Arreaza, el canciller venezolano a través de su cuenta oficial de Twitter. Pidió “reflexión y responsabilidad” a las autoridades de las dos naciones fronterizas con Venezuela. Según él, “más allá de las diferencias” se deben “atender en conjunto las amenazas del covid-19 para proteger a los pueblos”.
Pero hasta este momento, sus homólogos Araújo (Brasil) y Blum (Colombia) no han dado el menor asomo de querer entenderse con el Gobierno de Maduro. Venezuela deberá enfrentar en solitario una crisis de salud pública mundial sin contar con la asistencia y planificación entre naciones de extensa frontera e intercambio comercial. En cualquier otra parte del mundo ya los cancilleres estarían sentados en una mesa de discusión, pero el tema “Venezuela” impone por parte del imperio un aislamiento y satanización del país, que no sólo no disminuye ante esta preocupante realidad, sino que parece ir en aumento.
A casi tres meses de la publicación de esa nota, los dos vecinos más importantes de la República Bolivariana de Venezuela siguen sin dar señales de vida, ni han mostrado el menor interés por una cooperación conjunta propuesta por Maduro, que incluso habría ahorrado miles de vidas de sus propios habitantes.
Y ha sido justamente la migración desde ambos países, la que ha multiplicado los contagios en Venezuela. De los últimos 34 casos detectados, solo dos son de transmisión comunitaria, y los 32 restantes, de transmisión foránea. En Brasil murieron este martes 803 personas, y 23 en Colombia, mientras que en Venezuela, también este martes, solo hubo un deceso y fue justamente un hombre de 65 años, contagiado por un familiar llegado de Colombia.
Aun así, Venezuela exhibe solo 11 fallecidos, contra 806 en Colombia y casi 25 mil en Brasil. ¿Cómo ha logrado la República Bolivariana de Venezuela alejarse de los penosos números que muestran sus dos vecinos más importantes? ¿Cómo ha logrado una nación asediada por un bloqueo desalmado, mostrar uno de los mejores récords contra el covid-19 del mundo entero? Es sencillo: solo hace falta amor por la gente y verdadera vocación de servicio. Pero si hacen falta argumentos, pueden presentarse sin ninguna dificultad, a saber:
- Venezuela cerró sus fronteras antes que nadie del norte de América del Sur, y decretó la cuarentena social voluntaria al menos 15 días antes que ninguna otra nación. Los venezolanos estaban en sus casas antes que otros sudamericanos.
- Venezuela es el único país del mundo en contar con una herramienta tecnológica (carnet de la patria/VQR) que le permite consultar a sus habitantes sobre posibles síntomas presentados a través de una sencilla encuesta ejecutada en línea.
- De detectarse algún posible contagiado a través de este sistema, las autoridades sanitarias proceden de inmediato a su atención, evaluación y control. Aislando los casos, Venezuela ha logrado evitar una multiplicación catastrófica de los contagios.
- Venezuela es el país de la región con mayor número de pruebas diagnósticas de descarte, en ningún lugar se practican tantas (proporcionalmente) y con tanta frecuencia.
- Sólo en Venezuela se hace un seguimiento exhaustivo de la cadena de transmisión, que ha permitido aislar a quienes estén en contacto o lo hayan estado, con los casos positivos.
- Venezuela es el único país del mundo que ha mantenido abiertas sus fronteras para los compatriotas que deseen regresar, y ha organizado operativos de migración de retorno por aire y tierra, atendiendo en puntos de control fronterizos y aeropuertos a la población que regresa, realizando en el sitio una prueba diagnóstica para covid-19 antes de permitir el libre ingreso de los connacionales.
- Venezuela es uno de los pocos países de América del Sur en donde las mascarillas han sido repartidas de manera gratuita entre la población. Asegurando así la primera línea de protección contra un virus de fácil contagio.
- Venezuela es uno de los pocos países de América del Sur que mantiene una constante desinfección de sus espacios públicos, a través del lavado con aspersión de agua caliente y detergentes sobre las principales calles y avenidas de las ciudades más importantes del País.
- Venezuela es uno de los pocos países del mundo, en donde el gobierno mantiene una información transparente acerca de contagios y decesos, a través de ruedas de prensa periódicas, bien por parte del Presidente de la Republica, bien por parte de altos funcionarios, y gracias a lo cual, el país ha creado conciencia sobre la gravedad del caso, y es estimulado y orientado a tomar previsiones y a vivir este duro momento desde la responsabilidad social que cada habitante debe asumir.
Y lo más importante, Venezuela es un país donde la gente no es “una cifra” sino un SER HUMANO. En la República Bolivariana de Venezuela, el país mas atacado de los últimos 50 años en este lado del mundo, los números hablan por sí solos, y las cifras son más elocuentes que todas las “fake news” que digan lo contrario, y que todos los silencios mediáticos que pretendan negarlo. El que tenga ojos que vea.
