La solución de Inglaterra es: “Sálvese quien pueda”

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La pandemia del Coronavirus, ha puesto en debate a los sistemas de salud pública mundial. Cada vez, se hace más evidente la determinación del modelo neoliberal que consiste en priorizar la economía privada frente a la vida humana. Esta realidad se está develando rápidamente a los ciudadanos del mundo que hoy requieren de la atención ante la presencia de este flagelo.

El impacto en Europa, que actualmente es epicentro de la pandemia mundial, es resultado de la negación de gobiernos y monarquías en atender oportunamente la situación.

Se ha demostrado que el Covid-19 es un virus altamente contagioso y que a partir de la experiencia de China, la mejor forma de detenerlo es aplicando la cuarentena a toda la sociedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamado a los gobiernos del mundo para establecer esta medida en todos los países.

En Italia, decidieron suspender las clases cuando las cifras ascendían a 4000 infectados y 150 fallecidos; en España con 2300 infectados y 55 fallecidos; en Francia con 2300 infectados y 48 fallecidos. En Inglaterra, que cuenta con más de 1400 casos de contagio y 35 fallecidos, aún se mantiene un ritmo de vida normal.

 


El gobierno británico tiene como estrategia buscar la llamada “inmunidad del rebaño”, según la cual el pueblo británico se inmunizaría a partir del contagio y cura de la Covid-19.


En una carta abierta publicada este sábado, 229 científicos firmantes cuestionaron esta y otras formas de ver la pandemia, por considerar que “pone en peligro más vidas de lo necesario”, lo que para el profesor Willem van Schaik, de la Universidad de Birmingham, implicaría que enfermaran y curaran aproximadamente 36 millones de británicos.

“Es casi imposible predecir lo que eso significaría en términos de costos humanos, pero de forma conservadora estamos estimando que serían decenas de miles de muertes y, posiblemente, centenares de miles de muertes”, concluyó el científico.

Pero si existen dudas, acerca del carácter del capitalismo y su relación con la vida, las declaraciones del Primer Ministro Británico Boris Johnson, lo aclaran. Para Johnson es preferible tener una economía estable que salvar vidas.

En medio de esta situación, los países que han respondido rápidamente y con acciones contundentes han sido Venezuela, China, Cuba y recientemente el gobierno de Argentina.

 


Se abre un debate entre dos modelos: el capitalismo y el socialismo; y la posición desde la que cada uno de ellos valora la vida humana.


 

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