La confesión vengativa de Cliver Alcalá Cordones, que vincula a Juan Guaidó, Iván Duque y Donald Trump, con los nuevos planes de magnicidio contra Nicolás Maduro, está lejos de ser un capítulo cerrado.
Los vínculos del militar disidente con las redes de narcotráfico y su cercanía con los cuerpos de inteligencia colombiana, hacen pensar que los señalamientos del gobierno norteamericano en su contra, forman parte de una «pantomima de justicia», que solo busca encubrir un entramado de delitos que comprometen a los aliados de Washington.
Según reseñaron medios de comunicación, Cliver Alcalá Cordones, aceptó entregarse a las autoridades Colombia, quienes posteriormente lo enviaron a Estados Unidos (EE.UU.), en respuesta a la orden de captura emitida por ese gobierno.
Cliver Alcalá Cordones al momento de ser trasladado desde su casa en Barranquilla, por funcionarios de inteligencia de Colombia, hasta un hotel, donde permaneció hasta hace unos minutos cuando se entregó a las autoridades norteamericanas. pic.twitter.com/rltao5ypKI
— Sebastiana Barráez (@SebastianaB) March 27, 2020
La “entrega de Cliver” es un Fake
El plan no salió y Alcalá Cordones no tuvo otra opción, que asumir públicamente la autoría intelectual del tráfico de armas incautadas por la Policía colombiana, así como también su asociación con otras personas para traficar dichas armas y cometer delitos en contra de otro país. Delitos tipificados en el código penal colombiano como:
Artículo 366: Tráfico de armas.
Artículo 340: Concierto para delinquir.
El portal @infobae publicó el vídeo en el que se observa a Clíver Alcalá abordando el avión que lo trasladó a EEUU pic.twitter.com/92hw4cGa85
— Sergio Novelli (@SergioNovelli) March 28, 2020
¿Qué quiere decir esto?
Básicamente Colombia al aceptar estas acciones, está pisoteando todo su ordenamiento jurídico, con la sumisa actitud para favorecer las decisiones y las acciones del gobierno norteamericano.
Pues, este señor además de ser un terrorista, traidor a la patria y delincuente confeso según las leyes venezolanas, también es un delincuente según el ordenamiento jurídico del vecino país.
Razón por la cual y en atención al artículo 504 del Código de Procedimiento Penal de Colombia, debía haber sido juzgado y haber cumplido pena en Colombia por los delitos cometidos, antes de poder iniciar el proceso de su extradición.
Con esta acción ilegal, se demuestra la cobardía del presidente Colombiano, Iván Duque, que hace caso omiso al desarrollo de actividades irregulares en su territorio, únicamente para no exponer sus vínculos delincuenciales.
EE.UU. y Colombia, son los principales operadores de la conjura contra Venezuela. Hoy salen nuevamente al rescate de Juan Guaidó, quien pretende nuevamente, lavarse las manos ante sus y macabros planes para llegar al poder en plena pandemia.