El pasado 26 de junio, diplomáticos, internacionalistas y dirigentes de partidos políticos se reunieron en el Capitolio de Carabobo, donde coincidieron en la necesidad de fortalecer un frente común que reúna al gobierno y a la oposición para la defensa del Esequibo.
Entre los asistentes al foro internacional realizado en el marco de la mesa de diálogo regional estuvieron el viceministro para América del Norte, Carlos Ron; el embajador de Surinam en Venezuela, Ruwan Gilian Adjaki; el analista internacional, Julio César Pineda; el internacionalista Luis Gallo; el obispo anglicano en Venezuela, Jylman Red Jurado, el cónsul honorario de la República del Líbano en Valencia, Farid Kallab, y representantes de las principales organizaciones partidistas del estado.
No obstante, el medio de comunicación La Tabla publicó una investigación sobre el prontuario de uno de los presentes. Se trata de Julio César Pineda, quien tiene vinculación con una entidad pro-israelí dirigida por un “profeta” de Puerto Rico (William Soto Santiago) que en Venezuela tuvo prohibido el ingreso al país desde el año 1976 por acusación de malversación de fondos, estafa, fraude y abuso de menores de edad; fue prófugo de la justicia.
#Tablazo Pineda es “embajador” de una entidad pro-israelí dirigida por un “profeta” de Puerto Rico – A propósito de la participación de Julio César Pineda en un foro internacional de la “Mesa de Diálogo de Carabobo” miren lo que encontramoshttps://t.co/dYDm8t8yB2 pic.twitter.com/1fVjVwcJbr
— La Tabla (@latablablog) June 28, 2020
La acción de esta entidad tiene como centro la promoción de la visión historiográfica del “Holocausto” como paradigma del genocidio mientras que acusa de antisemitismo a otras posturas que son definidas como revisionistas y negacionistas. pic.twitter.com/PQmIhbcfFe
— La Tabla (@latablablog) June 28, 2020
Previamente, en 2011, el “profeta” William Soto impulsó la campaña en medios y redes sociales “Alcemos nuestra voz: Paz en Tierra Santa” para rechazar la creación de un Estado palestino por “decreto unilateral” de la ONU y promover uno producto del “diálogo” con Israel. pic.twitter.com/uOWYhn56DX
— La Tabla (@latablablog) June 28, 2020
La “embajada” también tiene un programa ambiental denominado “Hijos de la Madre Tierra” desde donde impulsa movimientos ecológicos o “partidos verdes”. Pineda ha sido postulado por el Movimiento Ecológico de Venezuela al Parlatino y en 2018 plantearon su candidatura presidencial. pic.twitter.com/R9bb79E3bQ
— La Tabla (@latablablog) June 28, 2020
Un tercer programa, con excelente alcance mediático y social, es “En la sangre está la vida”, que promueve la donación de sangre en hospitales y bancos de sangre de América Latina. Las alianzas con "actores disímiles" en torno a éste tema son sorprendentes. Pendientes que hay más pic.twitter.com/2gHHRDSsCP
— La Tabla (@latablablog) June 28, 2020
#Almagro En OCT2016 la pro-israelí Embajada Mundial de Activistas por la Paz #EMAP realizó una cumbre en el Salón Bicameral del Congreso de #Paraguay. Allí Julio César Pineda fue uno de los principales voceros y destacó participación de Luis Almagro, secretario general de la OEA. pic.twitter.com/ndLOuXsvuw
— La Tabla (@latablablog) June 29, 2020
También asistieron el expresidente de #Uruguay, Luis Alberto Lacalle y el canciller paraguayo Eladio Loizaga. El evento fue presidido por el predicador puertorriqueño William Soto Santiago, quien le entregó a Almagro una propuesta de Carta Ambiental Interamericana. pic.twitter.com/BALS7MIHv5
— La Tabla (@latablablog) June 29, 2020
El Esequibo, territorio venezolano, atraviesa una controversia como consecuencia de las pretensiones de potencias internacionales.
El Gobierno de Guyana actúa bajo mandato imperial para satisfacer los intereses de la transnacional petrolera estadounidense Exxon Mobil, que busca de manera permanente la confrontación con Venezuela.
Entretanto, el Gobierno de Venezuela se apega al Acuerdo de Ginebra de 1966. Instrumento jurídico firmado en Naciones Unidas por Venezuela y el Reino Unido –cuando Guyana aún era una colonia británica– el 17 de febrero de 1966.
Este acuerdo, tal como indica la vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela Delcy Rodríguez, debe regir la negociación para alcanzar un acuerdo práctico y satisfactorio para ambas partes, “dejando por fuera por completo toda judicialización posible sobre esta controversia».