Jesús Rosas Marcano: poesía y canción de Venezuela

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En homenaje al natalicio del poeta Jesús Rosas Marcano, compartimos este artículo publicado en el diario Últimas Noticias el domingo 26 de Mayo de 2002.

Nació en La Asunción, Estado Nueva Esparta, el 5 de enero de 1930, sus padres fueron Isidra Marcano de Rosas y Juan Bautista Rosas. Tuvo tres hijos: Serenella, Jacqueline y Rudolf, con su esposa Dora Fluger. De sus 71 años de vida dedicó más de 50 a la docencia y más de 40 al ejercicio del periodismo, y en los últimos 20 años desarrolló un reconocido trajo en la canción popular.

Maestro y periodista estrechamente ligado al sentimiento y creatividad de los niños. Ungido por el aura de la Epifanía, nació en La Ciudad de La Asunción un 5 de enero, en vísperas del Día de Los Reyes del año 1.931. Como poeta de la infantilidad y del amor, falleció en Caracas en plena primavera , el día 7 de mayo del año 2001.

Asumió el magisterio y el periodismo, con abnegada entrega. Su gran pasión era crear y mantener vínculos de comunicación trascendente entre todos los seres. En este propósito, la poesía será su medio más apropiado para acortar distancias entre los niños. Con ellos cultivó y resaltó valores que ennoblecieron aún más, su condición humana:

“Con mis enemigos parto el pan
Y con mis amigos el dolor.
Nunca guardo odios en mi corazón
Y alegro al que sufre con una canción”

Letras con canto y color

Pocas veces se armonizan recíprocamente tan bien, el periodismo, la poesía y el magisterio, en una misma persona, como en el caso de Jesús Rosas Marcano. En él, estas facultades parecen haber permanecido siempre juntas. Aun cuando aparentemente se muestren distintas en sus formas y fines, no obstante mantienen una alta identidad en sus valores pedagógicos. Son recíprocamente constructivas cuando se proponen resaltar aquellos objetivos éticos, morales y humanos, esenciales para construir toda sociedad. Tienen de común el estímulo pedagógico para la formación del ser humano, que es la esencia de toda actividad docente.

De igual modo, el de la orientación y superación de toda colectividad, que viene a ser nutriente fundamental de un periodismo bien ejercido y fuerza vivencial de toda concepción lírica bien sentida. Jesús Rosas Marcano fue un maestro de fecunda creatividad en todo cuanto tuviera que ver con el uso de la palabra: ya en el verso, en la lección o en la información. Trascendió más aún en su rol de educador, al magnificar las pródigas bondades de su magisterio, dedicándose a ensayar, practicar, estudiar y profundizar el ejercicio del periodismo escolar, como una función inherente al quehacer pedagógico. En él, tanto el magisterio como el periodismo, fueron dos caudalosas vertientes de amorosa pasión creativa, que confluyeron positivamente en ese trascendente mundo imaginativo de su poesía.

Fue tan profundo e intenso el ímpetu de su creatividad, que en la indetenible velocidad de su pensamiento, siempre llegó a alcanzar la más nítida expresión de la grandeza lírica. Así se explica su estrecha e íntima afinidad con la forma de crear, de pensar y de comunicarse con los niños, razón por la cual a ellos estuvieron dirigidas siempre, sus más perdurables composiciones poéticas:

“Es que uno aquí en la escuela
por más que la dibuja,
la copia en el cuaderno
y en los libros la estudia,
no sabe cómo son los moldecitos
que envarillan la lluvia”.

Poeta nato

Por acertada y oportuna, como descripción reafirmadora de su naturaleza humana, vayan las palabras de Miguel Otero Silva cuando, al tratar de precisar la originalidad que como escritor tiene este hombre, sentenció: “Mi amigo Jesús Rosas Marcano escribe, con la más difícil facilidad del mundo, versos para niños de todas las edades. No se pone escafandra para llegar hasta la pura esencia del mensaje. Tiene enclavada en el corazón una brújula llamada José Martí.”

Y es que Jesús Rosas Marcano, igual que Aquiles Nazoa, mantuvo siempre una densa emoción expresiva de la palabra, en la sabia cercanía que guardó su poesía, con el lenguaje mágico y la capacidad imaginativa de los niños. Rosas Marcano fue un hombre cuyo hacer físico e intelectual estuvo regido en todo momento, por la más pura esencialidad de los valores. No por azar cursó primero la carrera del magisterio, profesión en la cual se desempeñó con apasionado fervor, hasta llegar, a través de su ejercicio, al corazón de los niños, tanto para sentirse en igual nota de correspondencia con ellos, como para recrearse en ese misterioso mundo de magia y de sabiduría que encierra la mente infantil.

Periodista de corazón

Necesitado como estaba de alcanzar con suficiente pertinencia y propiedad, el dominio técnico y profesional de la comunicación social, para darle más trascendencia a cuanto iba descubriendo en el pensamiento de los niños, se inició y culminó con éxito en el estudio del periodismo, tanto dentro, como fuera del país y principalmente en Francia, donde se doctoró con la distinción de “Cum Laude” en Metodología de la Investigación en Prensa.

Obtenida esta alta calificación académica alcanzó también, del mismo modo, la fortaleza intelectual que le permitiría proyectar, en expresiones de universal comprensión para el sector más humilde de la sociedad, el valioso caudal de imágenes e ideas que en todo momento atesoró en su corazón de maestro, con el fin de ponerlas al alcance del pueblo. Indudablemente, Jesús Rosas Marcano nació para hacer suyo y luego proyectar con la debida propiedad y armoniosa trascendencia, el pensamiento de los niños y el de la gente humilde:

“Oye Tomasa
te regalo mi bandera
la copia en el cuaderno
y cuando muera
no sabe cómo son los moldecitos
lllevala casa por casa”

Cadencias venezolanas

Se engrandece del mismo modo, cuando demuestra su identificación sentimental con la canción popular, a la cual dio muchas veces música y letra, perennizándola en las interpretaciones de “Un Solo Pueblo”, conjunto que, así como los niños, en la expresión universal de su inocencia, le harán decir algún día, que son para él: “la vida, una luz, un camino…”

Todas las revistas dedicadas a los niños o mensajeras del sentimiento infantil, fueron motivo de su preocupación y celosa guarda: Tricolor, La Ventana Mágica y Onza Tigre y León. Esta última, ahora lo presenta como uno de sus símbolos humanos de mayor identificación con la creatividad y el pensamiento de los niños, porque para ella, en su libro “Siempre Amanece”, escribió la letra que hoy le sirve de himno, con el título de: Canción para Onza, Tigre y León:

Onza, Tigre y León
es ir sin volver,
es la vibración
que me hace leer

Dichosa aventura,
vida y realidad
que une en la lectura
pueblo y libertad
Poesía y cuento,
saber y sentir,

como el alimento
que me hace vivir.

El que lee sabe,
con saber profundo
donde están las llaves
para abrir el mundo

Entre sus composiciones musicales podemos encontrar:

  • La Matica
  • El Cocuy Que Alumbra
  • María Paleta
  • Córrela
  • Viva Venezuela
  • La Burra
  • El Gallo Pinto
  • Botaste La Bola
  • Un Negro Como Yo
  • El Hojal
  • Con La Mano En El Moño
  • Calipso Gasoil
  • El Pauji De Piedra
  • Quítame La Mano
  • Loee – Tonton

 

 


 

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