Mientras en Colombia sobran los problemas y otros los fabrican, por debajo de esa superficie se está moviendo una propuesta política de moda entre las derechas en estos tiempos de pandemia: posponer elecciones.
Senadores del Congreso neogranadino revelaron durante este mes que Altos Cargos del gobierno de Iván Duque están contactando a los parlamentarios para “ambientar” la idea de alargar 2 años más el periodo del presidente a través de un subterfugio “económico”: fusionar la elección presidencial con los demás cargos en unos megacomicios y así “ahorrar recursos”.
Quienes rechazan esta sugerencia aclaran que la democracia cuesta; y que la mejor forma de ahorrar es cambiando a un gobierno que despilfarra.
La idea contemplaría una extensión de facto de la administración de Duque a través de una picardía política que para algunos se parece a un Golpe de Estado Preventivo con el que la extrema derecha busca ganar tiempo en el peor momento de su reputación pública.
Posponer las elecciones surge en el debate político en paralelo con la de la reelección, un escenario que no es Constitucional, pero que no sería una ocurrencia extraordinaria de Duque, ya que antes Uribe y Santos repitieron gracias a una venia judicial de la Suprema Corte que terminó con ese beneficio una vez salió de La Casa de Nariño “El Premio Nobel de La Paz”.
Cartas a la mano
Para algunos la reelección limpia de Duque es un escenario improbable, ya que se trata de un mandatario impopular. Pero al mismo tiempo quienes aseguran ello, recuerdan que el mandatario ganó su puesto en una elección amañada y en la que la senadora Aida Merlano reveló que al menos en la costa Caribe los caciques políticos compraron votos para la causa del uribismo.
Si bien en los temas domésticos Duque no está bien calificado, el presidente tendría a la mano un comodín con el que la derecha toma oxígeno en Colombia: atizando el conflicto interno, la guerra contra los grupos armados y un potencial enfrentamiento con Venezuela.
En tiempos de “guerra” no es habitual y hasta sensato cambiar de jefe, por lo cual un duelo internacional sería una opción perversamente útil para una clase política sin asco por las soluciones criminales.
Tradición conservadora
La derecha colombiana, para conseguir la postergación del mandato de Duque o una simulación de reelección tienen recursos de sobra. Son dueños de políticos, de las FF.AA., las instituciones públicas y los medios de comunicación, todos ellos recursos capaces de legitimar el relato que les convenga sin parecer que con ello están rompiendo la ley y suspendiendo la democracia.
La tradición de posponer las elecciones se convirtió en una costumbre irreprochable de las derechas en el continente. La dictadura boliviana postergó 2 veces los comicios generales por razones de la pandemia; y en Chile ya proponen hacer igual con los comicios para la Asamblea Constituyente.
En Venezuela la oposición y la Unión Europea sugirió lo mismo, más por intenciones de fabricar una trama política que por compasivas razones sanitarias. En Ecuador trataron de suspender la Primera Vuelta a través del problema con la impresión de las boletas de la elección del Parlamento Andino, lo cual se resolvió.
Más Duque, más problemas
2 años más de Duque no sería solamente el alargue de un gobierno fatal para los colombianos, sino también para Venezuela. El Presidente Nicolás Maduro lo ha remarcado varias veces, el mandatario neogranadino es un hombre que odia a nuestro país.
Ha sido durante la administración de Duque que se han planificado operaciones contra Venezuela en los últimos tiempos. Destaca el intento de invasión a través de la mal llamada “ayuda humanitaria»; el magnicidio frustrado con drones en 2019, y la incursión mercenaria de 2020 llamada “Operación Gedeón”.
A este repaso de ataques directos, ahora se añaden las maniobras de agresión encubierta a través de la penetración en Apure con grupos supuestamente “guerrilleros disidentes”.
El General en Jefe Vladimir Padrino López denunció que mientras Venezuela expulsa a los grupos narcoterroristas, del otro lado el ejército colombiano no los captura.
Adicionalmente desde Colombia funciona la maquinaria de ataque a nuestra moneda a través de una operación permanente de manipulación del tipo de cambio; al mismo tiempo que se impuso una rutina de extracción del dinero en efectivo.
Quienes sí se benefician
Si bien 2 años más de Duque no benefician a los colombianos y perjudica a los venezolanos, su permanencia al menos le seguiría rindiéndole al negocio de la droga. Durante su administración la mafia del narcotráfico ha experimentado una expansión, por lo que no les viene mal posponer las elecciones.
Colombia sigue potenciando su reputación de máximo productor y exportador de cocaína, colocando más del 80% del estupefaciente. Al mismo tiempo favorece el estado de impunidad que sigue aniquilando a líderes sociales en el marco de un efectivo exterminio sistemático.
2 años más de Duque sirve a los planes de EE.UU. para seguir hostigando a Venezuela por una sus costillas y en su estrategia de normalizar que es legítima la intervención; así como la injerencia, el asedio, la guerra sucia y el alineamiento dócil a los intereses geopolíticos de Washington.
