Si el debate por la presidencia a los EE.UU. transcurrió como un torneo de insultos e interrupciones, que claramente favoreció al candidato demócrata, Joe Biden, el careo de propuestas por la vicepresidencia, celebrado recientemente, fue todo lo contrario. Este evento además de insulso, transcurrió sin pena ni gloria. Y sin un vencedor claro.
Del lado republicano, en representación del actual presidente, Donald Trump, estuvo su vicepresidente Mike Pence. Este personaje, oscuro como ningún otro en la política norteamericana, se mostró falto de ideas.
En tal sentido, Pence sólo se limitó a repetir las barbaridades que dice su jefe en torno a temas cruciales, como la pandemia de covid-19 y el desenvolvimiento económico de su país. Nuevamente acusó a China y a la Organización Mundial de la Salud por supuestamente haber ocultado información estratégica del coronavirus.
Mentiras y más mentiras
Con respecto al tema económico, Pence aseguró que Trump ha sido un promotor del comercio «libre y justo». Lo que resulta por lo menos irónico, tratándose de una administración formada para mentir.
Y, nuevamente, demuestran su habilidad para decir mentiras con gran maestría. Porque el equipo del que Pence forma parte, ha desatado una guerra comercial contra China atentatoria de las más elementales normas de libertad y justicia. Mientras que con Venezuela y Cuba se han ensañado con un política de cerco financiero, obviando, por completo, los principios más básicos de solidaridad humanitaria, que impone una pandemia como la covid-19.
Por su parte, Kamala Harris, representante de la fórmula electoral que encabeza el demócrata, Joe Biden, tampoco mostró mucho para ofrecer. Su discurso no fue particularmente envolvente, ni en términos de contenido, ni de recursos retóricos.
Exposición aplanada
Más bien se trató de una exposición «plana». En materia económica reiteró que el equipo de Biden trabajará en la línea de pechar con mayores impuestos a los sectores más acomodados, para garantizar un reparto más equitativo, que redunde a su vez en una mejor calidad de vida para la clase trabajadora.
La principal propuesta que efectuó Harris en relación con este tema, ha sido la disposición de Biden de revocar la reforma tributaria aprobada por el actual presidente norteamericano, Donald Trump, en 2018. Esto por considerar que favorece a las élites, en detrimento de las mayorías.
Trump que se encuentra confinado en la Casa Blanca, a la espera de su recuperación total del coronavirus, no desaprovechó la oportunidad para pronunciarse. El polémico jefe de Estado felicitó a su vicepresidente y calificó a la representante de su contendor como una «máquina de pifias».
Las elecciones presidenciales están previstas para el 03 de noviembre. Trump se encuentra muy mal parado en los sondeos de opinión por su estilo petulante, racista y supremacista. Los cruciales comicios, plantean más dudas que ningún otro, porque el actual mandatario que aspira a la reelección por un nuevo período de 4 años, no termina de afirmar que respetará el resultado si le resulta adverso, algo inédito en la historia política de EE.UU.
