Tal parece que para la comunidad internacional y las agencias de comunicación existe una especie de amnesia selectiva para las inhabilitaciones. Actualmente la campaña mediática está enfocada en la ratificación de la medida contra la dirigente opositora María Corina Machado. Sin embargo, este mismo impacto no se ocasionó cuando ocurrió lo mismo contra líderes de la izquierda en la región.
Para los medios y políticos del mundo la inhabilitación de María Corina Machado es una vulneración a sus derechos y un atentado contra la democracia. Pero ¿Será que no recuerdan el por qué la Contraloría emitió esta medida contra ella?
Recordemos: la dirigente de Vente Venezuela está inhabilitada por 15 años por asumir el cargo de embajadora del Gobierno de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA), cuando era diputada de la Asamblea Nacional.
En ese discurso, Machado solicitó la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela. Con este hecho, la exdiputada perdía su inmunidad parlamentaria y el curul en la AN. Ella sabía las consecuencias que tendría y aún así aceptó el cargo.
La ley venezolana establece que un funcionario público electo no puede aceptar cargos (ni siquiera circunstanciales) a nombre de Gobiernos extranjeros.
Pero como es costumbre, sus ansias de protagonismo y el querer aparecer en instancias internacionales le importó más que su inhabilitación a cargos públicos, pese a que este ha sido su capricho durante los últimos.
La amnesia hacia los dirigentes de izquierda
Si bien la derecha internacional se hace voz de lo ocurrido con Machado, anteriormente se hicieron los ciegos con Cristina Fernández (Argentina), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay), por nombrar algunos casos.
En diciembre de 2022, a Cristina Fernández la inhabilitaron para ejercer cargos públicos de por vida, por supuesta administración fraudulenta. Aunque hasta el momento no han podido presentar pruebas contundentes en su contra. La medida claramente fue una maniobra política para sacarla del juego de cara a las próximas elecciones.
Lo mismo ocurrió en Ecuador con Rafael Correa, a quien le impidieron postularse como vicepresidente en el 2020, tras acusarlo de corrupción. En este caso tampoco se le pudo comprobar nada.
Finalmente lo lograron. En tiempo récord sacan sentencia “definitiva” para inhabilitarme como candidato
No entienden que lo único que hacen es aumentar el apoyo popular
Yo estaré bien. Denle toda la solidaridad a perseguidos allá
Recuerden: a lo único que nos condenan es a vencer pic.twitter.com/3XKCPBh3Bi— Rafael Correa (@MashiRafael) September 7, 2020
Al senador Fernando Lugo, en 2016 el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) le ratificó está inhabilitado para volver a lanzarse a las elecciones presidenciales y rechazó el pedido de aclaratoria que presentó su defensa.
¿Qué tienen en común estos 3 casos? Simple, a ninguno de los políticos antes mencionados se les generó una campaña por parte de la mediática internacional, pese a que sí se les vulneraron sus derechos sin ningún tipo de prueba.
La inhabilitación de los 3 expresidentes solo fue una jugada política para sacar del juego a líderes de izquierda de la región, por lo que su defensa no estaba en la agenda de la derecha internacional. Caso contrario de María Corina Machado, quien sí es una figura clave para atentar contra Venezuela y sus recursos.
