De autoproclamado a inhabilitado
Todo pasa muy rápido en la escena política venezolana, sobre todo en las filas de la oposición que ha construido una realidad mediatizada paralela, donde tipo juego de roles, cada quien asume la posición que mejor le parece según su estrategia. En ese sentido Juan Guiado, decidió asumir muy en serio su autoproclama de «presidente» de derecha y aunque aún no tiene su oficina en Miraflores, resolvió estrenarse como corrupto al igual que sus aliados en el continente, olvidando que hasta a los presidentes autoproclamados deben rendir cuentas de sus operaciones financieras, por lo que la inhabilitación anunciada ayer por la Contraloría General de la República, solo refirma quien ejerce el poder político en Venezuela, quienes juegan a ello y de paso lo usan para llenarse los bolsillos.
Por si acaso
Luego de encabezar el concierto de burlas y deslegitimación del uso de la tecnología de pulso electromagnético contra Venezuela, el gobierno Estadounidense firmó un decreto para “protegerse” de dichos ataques, acción que ocurre luego de la llegada de expertos Rusos a Venezuela y que deja al descubierto la preocupación de la administración Trump por el resultado de las investigaciones, pues aunque quieran negarlo están conscientes del impacto de su operación y las consecuencias de la misma, que dados los enemigo acumulados podría revertírsele en cualquier momento.
Volvió el coco
Todo parece indicar que los teóricos del “fin de la historia” cometieron un pequeño error de cálculo, pues si de algo vino cargado este siglo XXI fue de polarización político-ideológica y tensión entre oriente y occidente; sobre todo porque han vuelto los temores nocturnos que azotaban a Estados Unidos durante la guerra fría, con el reciente posicionamiento de China y Rusia como potencias económicas y líderes de procesos políticos que claramente colocan en riesgo la hegemonía norteanericana; Lo cual, explica la preocupación de Trump por el acercamiento y apoyo mostrado dichos paises al gobierno de Nicolás Maduro y el pueblo de Venezuela, luego de que Washington invirtiera en una estrategia para hacerse de los recursos de nuestra nación y cuya derrota significaría un retroceso en sus planes de retoma de poder del continente y una evidente muestra de debilidad de un imperio en decadencia.