Desde el pasado 2 de junio, decenas de manifestantes estadounidenses desafían los toque de queda impuestos por el presidente, Donald Trump. Como parte de las protestas, hacen sonar cacerolas frente a la residencia del mandatario y en otras zonas cercanas a la Casa Blanca.
Para la ciudadanía indignada, sonar las cacerolas es otra forma de manifestar no sólo contra el racismo imperante en el país sino contra las decisiones tomadas por Trump, quien obligó el despliegue de tropas de la Guardia Nacional, invocando la aplicación de la Ley de Insurrección y el envío de militares activos del Ejército de parte del Pentágono.
La capital estadounidense ha sido escenario de disturbios en los últimos días, miles de personas continúan en las calles, en rechazo al racismo a propósito del asesinato del afroamericano George Floyd, la violencia policial y otros problemas sociales que se viven el ese país norteamericano.
