Indexación, idealismo y demás hierbas aromáticas | Por: Elio Córdova Zerpa

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Algunas consideraciones y elementos para alimentar la discusión en torno al salario en nuestra economía. Lo primero es que cualquier propuesta económica debe comprender en su justa dimensión los problemas estructurales de una economía subdesarrollada y rentista como la nuestra. En virtud de ello, toda propuesta debe atender a las diversas manifestaciones del problema sin perder de vista el fondo. Lastimosamente el planteamiento de indexación de los salarios olímpicamente pierde de vista todo un sustento crítico teórico nacional (Domingo Maza Zavala, Héctor Silva Michelena, Armando Córdova, Asdrúbal Batista, Héctor Malavé Mata, Salvador de la Plaza, entre otros) y latinoamericano (Thetonio dos Santos, Raúl Prebish, Enzo Faletto, Fernando Henrique Cardozo, entre otros) que nos arrojan luces sobre los problemas estructurales de nuestra región latinoamericana.  

2. La propuesta de indexación de los salarios expresa una mirada atomizada e inconexa de la economía como un todo orgánico. Esta focalizada hacia los trabajadores de la Administración Pública. Al desagregar la actividad económica nacional por sector, nos encontramos que 70% de la fuerza de trabajo se registra en el ámbito privado, mientras que el público registra un 30%.

3. Ciertamente, es válido instrumentar políticas focalizadas. Sin embargo, es absolutamente necesario que exista coherencia y sincronía entre lo particular y lo general. Garantizando de esta forma que la política en su conjunto persiga y dé alcance a un objetivo común: recuperar el poder adquisitivo de la fuerza de trabajo nacional.
4. Los problemas macroeconómicos que registra la economía se asumen como una variable constante, estática, para enfocar así todo el análisis en el tema salarial de forma aislada de los referidos problemas. ¿Es posible sostener una mejora del poder adquisitivo sin atacar los desequilibrios macro y micro económicos de la economía? No hay que ser economista para responder esta interrogante.
5. La indexación de los salarios al criptoactivo Petro activa –en plena efervescencia de la crisis económicala demanda agregada. Esto es economía básica. Los agentes económicos tienen dos opciones: ahorrar o consumir. Dado el comportamiento desmedido de los precios en el mercado interno, nadie con dos dedos de frente está pensando en ahorrar. En virtud de lo cual, todo el dinero disponible se destina al consumo. Más aún, en una economía que registra una contracción durante ocho años consecutivos, inevitablemente nos conduce a un escenario agudo de inflación/hiperinflación. En otras palabras, se acelera la destrucción del poder de compra del salario que de forma idealista y mágico religioso aspiraban “proteger”.
6. El deseo y las pasiones no tienen cabida en la ciencia económica. No puedes repartir una riqueza que el trabajo no ha creado. Pero lo más peligroso de la propuesta en cuestión es la capacidad que tienen quienes enarbolan esta bandera para desestimar las opiniones e inquietudes de quienes la consideran un exabrupto. La retribución al factor trabajo en las relaciones sociales de producción capitalista están sujetas a su capacidad de crear riqueza, de producir bienes y servicios. Entonces no es una cuestión de indexación, ni mucho menos de fórmulas mágicas-religiosas. Ello hace pensar que lejos de atinar con la solución de los problemas, pareciera que existen intereses políticos en capitalizar descontento y malestar. Todo en función de proyectos personales, alimentados por egos enormes e intereses foráneos.  
7. No es momento para discursos convexos que se valen de una fraseología revolucionaria, para impactar a nuestras bases militantes. Debemos activar nuestra vocería calificada para explicar de forma sencilla y transparente los diversos problemas a los que nos enfrentamos. Ello demanda de las fuerzas revolucionarias, trasmitir a nuestro pueblo una estrategia económica coherente con objetivos concretos y precisos de corto, mediano y largo plazo. Todo con el interés de convertir a nuestro pueblo en el principal contralor, junto al equipo hacedor de la política económica, en el necesario ejercicio de planificación con su respectiva fase de control y seguimiento.

Nosotros venceremos la crisis, combatiremos la guerra económica, el bloqueo financiero y comercial, produciendo. 

 

Elio Córdova

 

 

 


 

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