Este domingo se celebraron elecciones en Cataluña. Si bien el abanderado socialista Salvador Illa sacó más votos, los números no son suficientes para conformar gobierno inmediatamente.
Los partidos independentistas siguen siendo mayoría en el parlamento local. Esta vez pasaron de 70 a 74 escaños, lo que configura un desafío para el PSOE, ya que todo apunta a que los partidos independentistas solo se aliarían entre ellos para mantener el poder en la provincia.
La jornada electoral estuvo signada por los cuidados en tiempos de pandemia. España es uno de los países más afectados en Europa por el rigor de la segunda y tercera ola de contagios.
La participación rozó el 54%, siendo un número bastante bajo en comparación a eventos anteriores.
Los analistas locales señalan que la abstención le pasó factura al PSOE, o su sucursal regional del PSC. A pesar de eso los socialistas crecieron casi el doble, pasando de 17 curules a 33 con 23% de los votos.
“La victoria, clarísima esta noche” dijo entusiasta Salvador Illa. Adicionalmente dijo que el resultado tiene un mensaje significativo: “el de pasar página y abrir una nueva de cambiar para reencontrarnos para avanzar”.
Otro gran detalle de la votación de las elecciones en Cataluña fue lo que pasó en torno a la derecha. Los ultraconservadores de VOX aumentaron su votación y presencia en el parlamento. Son ahora el cuarto partido más importante en la provincia con 11 representantes y el 7% de los sufragios.
Mientras tanto la otra formación de derecha, Ciudadanos, sufrió un descalabro fenomenal. El partido naranja perdió 30 de sus 36 escaños, mientras que el Partido Popular sigue en barrena también, quedando con solo 3 representantes, uno menos que en la elección anterior.
