El pasado miércoles, Human Rights Watch (HRW), organización de derechos humanos no gubernamental, la Corte Suprema de Chile y varios tribunales de apelación; ordenaron a las autoridades chilenas detener las deportaciones que violan los derechos humanos de numerosos venezolanos.
Las deportaciones, se llevaron a cabo bajo condiciones irregulares, sin cumplir con el proceso legal, el cual abarca: realización de llamadas telefónicas, contactos con abogados, y presentación de pruebas. Esto entre otros derechos que han sido violados, realizando las deportaciones privando de los mismos a los migrantes venezolanos.
Estas acciones ilegales, las propició Sebastián Piñera, presidente de Chile, bajo el lema de “ordenar la casa”, promulgando este año una nueva ley migratoria. La cual facilita las deportaciones y promete expulsar a 1.500 migrantes, según cifras oficiales.
Piñera se quita la careta, con la que pretende posicionarse en el mundo como “defensor de derechos humanos”, ordenando acciones de violación a las garantías fundamentales de migrantes venezolanos. “Debe poner fin a las deportaciones… y asegurar que todas las expulsiones cumplan con el derecho internacional de los derechos humanos”, declaró Human Rights Watch (HRW).
Lo que analizó Human Rights Watch
HRW analizó 21 fallos judiciales y más de 250 órdenes de deportación. Por ello, mediante una publicación en su portal web, han presentado varios casos donde queda en evidencia el proceso ilegal e inhumano contra los migrantes venezolanos.
“Darwin Daniel Sosa Piña, de 24 años, detenido el 5 de junio en su lugar de trabajo. Fue trasladado a una comisaría de policía de investigaciones (Policía De Investigaciones, PDI) y deportado en el vuelo del 6 de junio. Dijo a los agentes de la policía de investigación que su pareja embarazada estaba en Chile; pero de todos modos procedieron con la deportación. Una apelación de la orden de deportación que recibió en marzo estaba pendiente, dijo. La Corte de Apelaciones de Iquique anuló la orden de deportación el 14 de junio; cuando ya se encontraba en Venezuela”, publicado en el portal oficial de HRW.
