Mientras en Venezuela, el gobierno revolucionario realiza una dotación de vehículos para fortalecer el sector transporte y beneficiar a los ciudadanos; en países como el Reino Unido, donde permanece secuestrado el oro venezolano, los transportistas británicos realizan huelgas por el alto costo de la vida y reivindicaciones laborales.
El secretario general del sindicato británico de transporte ferroviario (RMT, por sus siglas en inglés), Mick Lynch, advirtió este viernes que la disputa ferroviaria podría continuar “indefinidamente”, cuando menos del 20 por ciento de los trenes de la capital se encuentran en servicio.
Lynch hizo un llamado al Gobierno británico, el cual se encuentra en crisis tras la prevista salida de Boris Johnson y la elección de su sucesor, para que ponga fin a su negativa a involucrarse en conversaciones sobre salarios, empleos y condiciones en el sector del transporte.
Solo uno de cada cinco trenes circula por todo el país debido a la huelga de los miembros de los sindicatos encabezados por RMT, en el primer día de una nueva ronda de huelgas.
El dirigente sindical también advirtió que Reino Unido podría quedar paralizada por una ola de huelgas que afectarían a “todos los sectores de la economía”, aunque no llegó a predecir una huelga general.
Lynch dijo que teme que no sea posible encontrar una solución debido a lo que llamó la interferencia política del Departamento de Transporte y Hacienda.
Lo que dice el Gobierno
Entretanto, el Gobierno británico, en medio de las vacaciones estivales, negó el jueves que los ministros estén buscando deliberadamente una pelea política con los sindicatos ferroviarios. Por lo que las huelgas de los transportistas pudieran extenderse y proliferar en todo el país.
Sin embargo, en una nueva declaración, un portavoz del Departamento de Transporte y Hacienda acusó al RMT de «optar por infligir miseria e interrumpir la vida cotidiana de millones en lugar de trabajar con la industria para llegar a un acuerdo que lleve a nuestros ferrocarriles al siglo XXI» .
De hecho, el secretario de transporte, Grant Shapps, llegó a decir que “se impondrán reformas ferroviarias si los trabajadores no aceptan nuevos acuerdos».
Shapps justificó sus amenazas con la afirmación de que era necesario actualizar las prácticas laborales obsoletas; lo cual es cuestionado por los sindicatos, quienes argumentan que los empleadores están tratando de usar la modernización como excusa para reducir el salario y las condiciones reales de los miembros.
Telesur.