Consciente de que su fecha de vencimiento está cada vez más cercana, Juan Guaidó, se arrastra con más fuerza. Y sigue lamiendo la bota de Washington para acrecentar las sanciones contra el país. El presidente imaginario dice haber sellado «nuevas alianzas» con EE.UU, para estrechar todavía más el cerco financiero contra el país.
Luego de traicionar a su jefe político, Donald Trump, Guaidó salió presto a felicitar al presidente electo de los EE.UU., Joe Biden. Y aunque hasta ahora no ha habido un pronunciamiento formal del nuevo mandatario, el diputado en desacato sostiene que seguirá contando con el respaldo de la Casa Blanca.
Más sanciones
Así la prensa nacional e internacional da cuenta de un comunicado conjunto, donde se anuncian nuevas sanciones. Las restricciones estarían encubiertas bajo el señuelo de la lucha contra el narcotráfico y la corrupción. No obstante, la cruda experiencia ha enseñado a la población venezolana, que en verdad estas penalizaciones constituyen un crimen de lesa humanidad.
Gracias al mal llamado esquema de sanciones la república ha experimentado pérdidas económicas de entre 150 y 200 mil millones de dólares. Ello ha representado un deterioro de la calidad de vida del venezolano, en general. Dado que los ingresos petroleros han descendido en un 99%, entre 2014 y 2019. Ello, a su vez, ha pulverizado el poder adquisitivo y ha generado una crisis en los servicios públicos, entre otros males.
Estos son sólo algunos «logros» de las mal llamadas sanciones, solicitadas por Guaidó en contra de su propia patria. Este domingo 6 de diciembre cuando el pueblo venezolano salga a votar masivamente, estará reafirmando su inquebrantable vocación democrática. También estará dando un claro mensaje de repudio a las políticas injerencistas impulsadas por Guaidó y su banda de malandros.
El supuesto gobierno interino se ha ido desintegrando de a poco. La renuncia más reciente fue la de su embajadora en Reino Unido, Vanessa Neumann. Esta «funcionaria» calificó a Guaidó como una tragedia, cuyo futuro es incierto. Viniendo de una zamura el imaginario debería tomarlo muy en serio.
