El señor Juan Guaidó se ha convertido en el hazmerreír de las redes sociales. A escasos días de su sorpresivo exhorto a las fuerzas radicales de oposición para construir una ruta unitaria, lo que ha conseguido es rechazo y/o indiferencia. No lo quiere ni el gato.
Los primeros en contestar fueron María Corina Machado y Antonio Ledezma. La primera rechazó de plano el llamado y aseguró que lo único que apoya es la Operación de Paz y Estabilización (OPE). Eufemismos aparte, la ex diputada mantiene su línea de hace 10 años: clama por una invasión ya no solo de los Marines norteamericanos, sino de una coalición internacional.
Mientras que Ledezma, prófugo desde España, protestó, porque –según dice- sólo apoya el mantra original: cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Este sujeto también ve con buenos ojos una intervención militar.
Rechazo rotundo
El domingo pasado, fijó posición, Henrique Capriles Radonski, de manera contundente. Palabras más, palabras menos, acusó a Guaidó de fantasioso, corrupto, causante de la frustración y la desesperanza de la gente.
El excandidato presidencial criticó a Guaidó por utilizar el concepto de la unidad como un fin para su propio beneficio. Cuestionó que se pretenda imponer más penalidades a la población. Y, por si fuera poco, señaló que hay que escuchar al pueblo. Igualmente, condenó el abstencionismo y se decantó por la opción de participar. ¿Nos vamos a dar otra vez con la misma piedra? Se preguntó Capriles.
#23Ago A nuestra Venezuela sobre la Unidad y los tiempos por venir pic.twitter.com/fkkPgyClIP
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) August 23, 2020
La guinda de pastel de vergüenza y divisiones fue la respuesta dada por la comunicadora y abogada Thays Peñalver. Guaidó le solicitó vía Twitter que: como abogada y escritora incorporara la visión de los intelectuales y las academias, para “esta ruta que estamos construyendo”.
Si no conozco, no opino
La reacción de Peñalver, también vía Twitter fue lapidaria, de antología: “Hola Juan, yo participé en una reunión donde pidieron mi opinión y creo que deberías decir lo propio con los demás que tengan algo que decir. Aprovecho que lo pides públicamente, para darte la misma respuesta que di en privado. No puedo participar en algo que desconozco”.
Después, Peñalver agregó otra serie de tuits donde agrega que para luchar por la libertad no necesita designaciones. Como dirían por ahí, al señor Guaidó no lo quiere ni el gato. Si comprara un circo se le crecen los enanos.
Agradezco al presidente @jguaido haber considerado mi nombre para dirigir o conformar un grupo de acercamiento con sectores de sociedad civil. Por motivos muy personales es una designación a la que me veo obligada a declinar.
— Thays Peñalver (@thayspenalver) August 23, 2020
Del llamado personalizado que realizó ha obtenido 4 respuestas negativas y demoledoras. Entretanto, los otros mencionados mantienen la más absoluta indiferencia. Es el caso de Henry Ramos Allup, Andrés Velásquez, Manuel Rosales, Delsa Solorzano, Roberto Henríquez y el impresentable, Julio Borges.
Comentarios por doquier
En las mismas redes sociales por donde se ha ventilado esta polémica, las reacciones no se han hecho esperar. Innumerables usuarios se han pronunciado. Critican a Guaidó y dejan claro que este sujeto no tiene ningún tipo de liderazgo. Es un producto artificial, ni siquiera rentable bajo el esquema del marketing político.
Guaidó no deja de hacer el ridículo.
Capriles le sale con un portazo en la cara. Le dice que no es presidente de un Cdlm.
Luego la “designada” Thays Peñalver le dice “¿yo? Conmigo no cuentes papi, que no puedo”.
Un espectáculo bochornoso.
— El Plebeyo (@unplebeyomas) August 24, 2020
Guaidó se queda solo con su chequera … y sus "embajadores"
— La Divina Diva ? (@LaDivinaDiva) August 24, 2020
Que papelon!
— Luis Román (@Luis_Romanl) August 24, 2020
Tantos escándalos de corrupción y su estrecha vinculación con el narcoparamilitarismo colombiano, así como las penalidades derivadas del criminal bloqueo financiero, han hundido la imagen de Guaidó en el subsuelo. No lo quiere ni el gato.
Y pensar que hace apenas 5 años la oposición tenía una fuerza unificada con un liderazgo compartido. Hoy no pasan de ser un despojo político, profundamente divididos, nariceados desde Washington y totalmente sin brújula.