La situación del coronavirus bajo el gobierno Lenín Moreno en Ecuador se sigue complicando. Esta semana el Ministerio de Salud de este país reconoció que no existen camas de cuidados intensivos disponibles en Quito. Estas camas son necesarias para tratar a pacientes con complicaciones.
Esta situación se presenta en el momento en que la capital ecuatoriana sufre un pico de contagios registrando 1.500 casos nuevos en la última semana.
Trabajadores del sector salud piden de manera urgente fortalecer el confinamiento por el temor de que se produzca una crisis como la de Guayaquil.
El pasado 3 de junio, Quito tenía 3.842 contagios y 305 fallecidos. En este momento se inició en Quito un proceso de reactivación junto a otras ciudades del país, lo que provocó la multiplicación de los casos.
Negligencia absoluta
“Las personas están siendo atendidas en las áreas que se han adaptado para tal efecto (…) no es grave que no exista una cama de cuidados intensivos”, señaló el ministro de salud, Juan Carlos Zeballos.
El tratamiento de la pandemia en Ecuador por parte de Lenín Moreno ha sido de los más nefastos en la región, con cifras de fallecimientos desconocidas y un entramado de corrupción gestado a través de la muerte como negocio para un gobierno que ha dado prioridad a la construcción de fosas comunes y compra de urnas de cartón que a la atención temprana de la población y la protección de la vida.
La gestión de la muerte de Lenín Moreno se ha concentrado en construcción de cementerios y fosas comunes, elaboración de ataúdes de cartón de manera masiva, médicos fallecidos, cadáveres quemados en las calles, cifras inciertas y desgarradoras, sumado al silencio del presidente de Ecuador.
Las cifras oficiales de muertos por covid-19 en Ecuador se elevaron el lunes a 5.063 de los 68.459 contagiados. Sin embargo no hay claridad en el conteo de esta realidad como el propio Lenin Moreno lo ha afirmado en distintas ocasiones.
