Una posibilidad de cambio en la política estadounidense hacia la República de Cuba se asoma con declaraciones recientes por parte de representantes del gobierno de Joe Biden, aunque no precisaron si se trata de un enfoque más flexible con la isla.
De acuerdo a un pronunciamiento que hizo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró que la nueva administración revisará las políticas que se aplicaron a la nación caribeña, durante la administración de Donald Trump.
“Nuestra política sobre Cuba está regida por dos principios. Primero, apoyo a la democracia y los derechos humanos: eso estará en el núcleo de nuestros esfuerzos. Lo segundo son los estadounidenses, sobre todo los cubanoamericanos, que son los mejores embajadores para la libertad en Cuba”, expresó la portavoz.
En tal sentido, el anuncio abre el debate en torno a cómo se puede presentar el enfoque del gobierno de Biden; al entrar en el escenario de confrontación y presiones que por más de 60 años mantiene el sistema estadounidense con respecto a Cuba.
Por otra parte, destaca el hecho de que la administración Trump, cuyo ciclo culminó el pasado 20 de enero; endureció las medidas contra la isla caribeña con la ampliación del embargo comercial.
También sumó más de 200 nuevas sanciones y la inclusión de Cuba, pocas horas antes de entregar el poder, en la lista de países que Washington considera promotores del terrorismo.
¿Promesa de campaña?
El expresidente Trump mantuvo en términos absolutos su posición anticubana. Incluso ganó con sus ataques la simpatía del exilio antillano radicado en el estado de Florida, como una de las metas para las elecciones presidenciales.
Mientras tanto, Joe Biden llegó a alzar entre sus promesas de campaña la posibilidad de revertir muchas de las medidas aplicadas contra el gobierno revolucionario de la isla, por considerar que lejos de contribuir con la democracia cubana, dañaban al pueblo.
El bloqueo para el envío de remesas y las limitaciones a viajeros por motivos familiares o turísticos a territorio cubano son sólo 2 de las medidas coercitivas unilaterales que afianzó Trump en su gestión. En las próximas semanas se observará si realmente existe voluntad por parte del gobierno actual para retomar la distensión que hubo en la era Obama.
Sin embargo, algunos analistas ya tienen bajo la mira los pasos que dará Joe Biden; al considerar otros elementos como la hermandad que consolidaron Cuba y Venezuela. Así como el impacto que tendrá cualquier decisión sobre aspiraciones futuras del Partido Demócrata, cuya gestión apenas comienza en el presente ciclo.
