Sin parecer un deja vu, los candidatos apoyados por partidos progresistas y de izquierda están retomando el poder en el continente latinoamericano. Todo apunta a que puede ser el fin del neoliberalismo una vez más.
El efecto dominó ha llegado a Argentina, México, Ecuador Perú, Bolivia, Nicaragua, Honduras; y más reciente, Chile, donde los pueblos han colocado en la presidencia todas sus esperanzas de progreso.
El Comandante Hugo Chávez, junto a Fidel Castro lograron, a comienzos del nuevo milenio, unificar a los países de la región para crear un bloque que hiciera frente al imperialismo injerencista de EE.UU.; que por décadas metió (y mete) las manos a su antojo en los destinos de algunos países del continente. En ese momento los acompañaron; Evo Morales y Rafael Correa, junto a otros presidentes que se sumaron a esta iniciativa integradora.
Organismos como Unasur, Foro de Sao Paulo, el ALBA-TCP, Mercosur, Petrocaribe y otros más se convirtieron en bandera del reclamo ancestral de los pueblos que sufrieron los embates del neoliberalismo y sus lacayos gobiernos de derecha.
Imagínense si en 2022 caen Colombia y Brasil…
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— Pedro Urruchurtu (@Urruchurtu) December 19, 2021
Las proyecciones
Luego del triunfo del joven Gabriel Boric en Chile, que fue apoyado por los partidos de izquierda y con un planteamiento en contra del candidato de la derecha apoyado por Piñera; comienzan las proyecciones de si esto representa el fin del neoliberalismo en la región.
En puerta, están las elecciones presidenciales de Colombia (mayo 2022) y Brasil (octubre 2022) y ya se perfilan algunos candidatos de la izquierda con bastante aceptación.
El caso del expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva es uno de ellos, luego de salir airoso de la justicia y ante el cuestionado gobierno de Jair Bolsonaro con la crisis de la pandemia; afianza mucho más al líder sindical y obrero para los próximos comicios en Brasil.
Por otro lado está Gustavo Petro en la nación neogranadina, quien desde sus anteriores cargos políticos ha estado frente a las gestiones uribistas; lo que lo ubica del lado de la izquierda aunque no será tarea fácil debe lidiar con mafias y corrupción en el ámbito electoral de Colombia para el año que viene.
Si bien el neoliberalismo no desaparecerá del todo, puede aflorar la idea utópica de Galeano de seguir caminando y triunfando, para que la espada de Bolívar recorra América Latina, una vez más.