Europa está descubriendo amargamente que todo lo que hicieron para controlar la pandemia está resultando en vano. Esta semana el viejo continente superó el umbral de los 5 millones de contagios; un hito al que llegan cuando el coronavirus experimenta un segundo aire.
Las autoridades sanitarias europeas ya han dado la voz de alerta y advierten que si los países de la UE no actúan de manera adecuada e inmediata “pudiera ser nuestra última oportunidad para evitar una repetición de la última primavera”, dijo la comisaria de Salud Stella Kyriakides.
Adicionalmente la funcionaria dijo: “Estamos en un momento decisivo y todos tienen que actuar con decisión y utilizar las herramientas que tenemos. Esto significa que todos los Estados miembros deberían estar preparados para desplegar medidas de control inmediatamente y en el momento adecuado”.
Ahora más que en primavera
Mientras la burocracia europea informa de esta situación, ya algunos países registran niveles de contagios de covid-19 incluso mayores que los que tuvieron durante los meses de marzo y abril, que fue el periodo más duro de la pandemia en el viejo continente.
España, Francia y Reino Unido son 3 de los países de Europa más abrumados por este rebrote de la enfermedad que otros voceros llaman también como “segunda ola”.
En España los casos de coronavirus ya rozan los 700 mil contagios. Desde el 16 de julio la nación ibérica experimenta un crecimiento sostenido de los nuevos contagios; y la razón de esta expansión algunos expertos la identifican con la normalización de algunas actividades luego del largo periodo de la cuarentena.
Estar alerta
Para las autoridades sanitarias europeas, los países de la región no deben bajar la guardia; ya que antes de disponer de la vacuna, los tests rápidos y las cuarentenas “son algunas de las medidas más efectivas para reducir la transmisión”.
Al mismo tiempo la vocería del Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades, ha dicho que es esencial reforzar los recursos de los sistemas sanitarios públicos, un ámbito que ha sido objeto de una paulatina desinversión en varios países, que han pasado poco a poco a potenciar un sistema privado de salud.
