La arremetida contra el tipo de cambio continúa cada vez más virulenta. La última semana de noviembre abre con un dólar rozando el millón de bolívares, lo que quiere decir que en menos de 30 días, la paridad cambiaria bolívar-dólar ha experimentado un recargo de más del doble de la cotización al comienzo de este mes, cuando promediaba Bs. 500 mil.
Estamos hablando de un incremento de cerca de 500 mil bolívares adicionales. Un comportamiento tan atípico, como inexplicable. Es decir, sí tiene una explicación, pero no es posible hallarla en el ámbito de la economía, sino más bien de la política. Este escandaloso desempeño, guarda relación con motivaciones de tipo conspirativo. Especialmente, por la cercanía de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020.
Investigaciones realizadas por la economista y profesora universitaria, Pasqualina Curcio, han demostrado que, cada vez que estamos en vísperas de procesos electorales, el dólar pega «brincos» incomprensibles. Este fenómeno ha sido denominado por otros economistas como, Ramón Lobo, y Andrés Eloy Méndez como la guarimba cambiaria.
Esto es, un mecanismo mediante el cual se genera un proceso artificial de incremento del tipo de cambio, con la finalidad de crear zozobra entre la población. La incertidumbre se desprende del desasosiego que producen estos saltos especulativos. Ya que por un lado corroen el poder adquisitivo restringiéndolo cada vez más. Y por el otro sirven de pretexto, a las empresas y comercios para incrementar astronómicamente los precios de los principales bienes y servicios.
Escalada criminal
Es claro que el dólar no está subiendo como consecuencia de variables económicas. Mucho menos cuando el gobierno venezolano, en el marco del plan de recuperación, crecimiento y prosperidad económica, ha flexibilizado el control cambiario. Impulsando un tipo de cambio que se derive del juego entre la oferta y la demanda.
Esta escalada criminal del tipo de cambio es un nuevo capítulo del sistemático asedio económico contra el país. Esto ha incluído bloqueo financiero, persecución de cuentas e importaciones. Igualmente, especulación abierta, hiperinflación inducida, escasez programada de rubros y, por supuesto, subidas artificiales del tipo de cambio.
El 6 de diciembre el pueblo venezolano tendrá la oportunidad de castigar esta forma de terrorismo. Cada voto a favor de los candidatos del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, representará un grito alto y claro de repudio contra esta operación de máxima crueldad, liderada por Juan Guaidó y sus secuaces. Recuperando la estabilidad política, se allana el camino hacia la recuperación económica.