El triunfo de Lula en Brasil ha inclinado la balanza a favor de la izquierda latinoamericana, reafirmando la necesidad de crecimiento y desarrollo conjunto de la región. En ese contexto, surge el SUR, la propuesta de una moneda común entre Brasil y Argentina, que llegó para revivir las esperanzas de integración.
La propuesta presentada por las dos economías más grande de Suramérica, en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), plantea potenciar el comercio regional y reducir la dependencia del dólar. Así lo hizo saber el ministro de economía de Argentina, Sergio Massa.
Massa: La decisión de ambos gobiernos es empezar a trabajar para lograr una moneda común de ambos países y con invitación a otros países de la región, para encontrar un instrumento económico y comercial que habilite a profundizar el sistema de comercio entre ambos países y dentro de la región y el Mercosur.
Contexto
Bajo el liderazgo del presidente Hugo Chávez, en el año 2010 Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cuba fundan el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos, conocido como SUCRE; al que se adhiere Nicaragua en 2013 y Uruguay en 2014.
Se trató de un mecanismo para la canalización de los pagos resultantes de los intercambios comerciales entre los países miembros. Tratándose básicamente en una moneda virtual para el registro de operaciones, de uso exclusivo de los Bancos Centrales.
Aunque el SUCRE no pudo escapar de la avanzada de la derecha en la región y sus planes desintegradores; resultó interesante como una moneda pensada para fortalecer el intercambio entre empresas estatales, se convirtió un elemento dinamizador del sector privado en todas sus escalas; llegando a tocar actores productivos no convencionales.
Retos del SUR
Las desigualdades entre las economías de los países suramericanos podrían resultar una traba para la implementación exitosa de una moneda común; dejando grandes interrogantes sobre los temas fiscales, el tamaño de las economías y rol de los bancos centrales. Condiciones que la Unión Europea, por ejemplo, tiene bastante claras.
Condiciones de la Unión Europea:
Inflación máximo de 1,5 puntos porcentuales por encima de los miembros de menor inflación.
Ratio de deuda sobre PBI menor a 60%.
Déficit fiscal menor a 3% del PBI.
En este punto, todo parece indicar que se trata de una propuesta más acotada, enfocada en los países del Mercosur y en la necesidad de Brasil de recuperar el mercado Argentino, ocupado en los últimos años por China.
Voluntad y necesidad de cambios
La izquierda latinoamericana ha insistido en la necesidad de romper la hegemonía del dólar para poder avanzar en crecimiento de manera sostenida. Aunque se trata de un largo camino, la región en vías de desarrollo tiene una nueva oportunidad luego del avance de las derechas que echó por tierra una década de conquistas populares y de grandes avances integracionistas.
Lula: Si dependiera de mí, el comercio exterior sería siempre en las monedas de nuestros países, para no estar dependiendo del dólar.
De la propuesta del SUCRE al SUR hay grandes diferencias, contextos distintos y liderazgos renovados. Sin embargo, la esencia continua siendo la misma: consolidar una estructura propia de intercambio que favorezca la dinámica productiva interna, lejos de la manipulación y el chantaje estadounidense.
Alberto Fernández: La verdad es que no sabemos cómo funciona una moneda común entre Argentina y Brasil, tampoco sabemos cómo funcionará una moneda común en la región. Pero lo que sí sabemos es cómo funciona la economía con monedas extranjeras para negociar.
